En materia de autos, el rey de Swazilandia no se priva de nada

El rey Mswati III no se anda con chiquitas. Si algo faltaba para confirmar su fama de consumista compulsivo era esto. Acaba de encargar un auto con todos los lujos posibles. Suban y vean

El Maybach 62 básico de DaimlerChrysler es ensamblado a mano en Alemania. Accionado por un motor bio-turbo de seis litros, está equipado con televisión, un sistema de sonido “sound surround” con 21 parlantes y volante calefaccionado. Además, cuenta con copas de champaña al alcance de la mano desde cualquiera de los asientos totalmente reclinables. Cuesta cerca de 500.000 dólares, pero el que la compañía está fabricando para Swazilandia tiene suficientes terminaciones adicionales como para sumarle otros 150.000 dólares al precio final. Esto sólo puede significar una cosa: el rey Mswati III volvió a salir de compras.

Una tercera parte de la población necesita ayuda alimentaria. Casi el 40 por ciento de los adultos tiene VIH, la tasa más alta del mundo. Una décima parte de todos los hogares están encabezados por chicos. El ingreso per capita promedio de Swazilandia es de 1.181 dólares, una cifra distorsionada por la enorme desigualdad. Algunas agencias de ayuda calculan que más del 80 por ciento de la población vive en la absoluta pobreza y gana menos de 1 dólar por día. Nada de esto parece haber impedido que el rey Mswati sufriera otro brote de consumismo compulsivo. El vehículo del rey, según dicen, viene además con una heladera, un teléfono inalámbrico, un bolso de palos de golf y un filtro para polen y polvo.

Los críticos manifestaron una opinión nefasta sobre el gusto del monarca en materia de autos. Mario Masaku, líder del opositor Movimiento Democrático Unido del Pueblo, dijo: “Es asombroso ver cómo un jefe de Estado puede comprarse un auto de este precio cuando su pueblo sobrevive gracias a la ayuda alimentaria”. Los colaboradores reales se negaron a responder a las críticas.

Desde el Programa Mundial de Alimentos (WFP, tal su sigla en inglés) dijeron que, en el primer semestre del año próximo, aproximadamente una tercera parte de la población va a recibir asistencia alimentaria de emergencia. “La pobreza, el desempleo, el VIH/sida y la mala alimentación hicieron que muchísimos hogares no tuvieran alimentos o no pudieran autoabastecerse”, dijo un vocero de WFP.

No se trata de una dictadura clásica. Swazilandia estuvo en estado de emergencia desde 1973 cuando la monarquía constitucional se volvió absolutista, pero el rey es adorado por sus súbditos y el país sigue siendo un maravilloso paraíso turístico

Fuente: clarin.com

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