En una reciente conversación telefónica, Putin expresó su respaldo a Maduro, subrayando la necesidad de proteger los intereses de Venezuela frente a presiones externas.

Durante la llamada, el Kremlin informó que Putin «confirmó su apoyo a la política del gobierno de Maduro», alineándose con los esfuerzos para salvaguardar la soberanía del país. «Vladimir Putin expresó su solidaridad con el pueblo venezolano», se añadió en el comunicado oficial.

En el marco de la conversación, los líderes resaltaron el «carácter estratégico y creciente de sus lazos», según el gobierno venezolano. El ministro de Exteriores, Yván Gil, afirmó que Putin ratificó su apoyo en las iniciativas para promover la paz y la estabilidad política en la nación sudamericana.

La llamada ocurre un día después de que Estados Unidos incautara un petrolero venezolano en sus costas, acción que ha aumentado las fricciones entre Maduro y el gobierno de Donald Trump, intensificadas desde la autorización de un despliegue militar en el Caribe por parte de EE.UU.

Trump ha sido vago sobre sus objetivos en la región, aunque ha insinuado que el fin del mandato de Maduro está cerca.

La relación entre Rusia y Venezuela se remonta a dos décadas, con un vínculo significativo establecido bajo el gobierno de Hugo Chávez. Este lazo se ha fortalecido bajo la administración de Maduro, quien fue parte activa en la consolidación de la amistad con Moscú. Recientemente, Maduro visitó Rusia y firmó un amplio acuerdo de cooperación.

Aunque Rusia ha manifestado su apoyo diplomático a Venezuela, algunos analistas creen que su compromiso ha moderado en comparación con el pasado. La invasión a Ucrania ha requerido que Rusia enfoque muchos de sus recursos en ese conflicto, limitando su capacidad de intervención en otras áreas como América Latina.

A medida que la situación en Venezuela continua evolucionando, las repercusiones de estos respaldos internacionales están por verse, afectando tanto la política interna como la dinámica regional.