Durante una entrevista radial, Kicillof expresó su desaprobación hacia el proyecto al señalar que el Gobierno «no ha consultado a Pymes, trabajadores ni legisladores». A su juicio, la intención de aprobar 197 artículos de manera apresurada es un error grave.

El mandatario provincial analizó el contenido del proyecto junto a su equipo y advirtió que muchos de sus elementos no están relacionados con el contrato laboral, sino con la regulación de los sindicatos. «El término ‘modernización’ está mal utilizado; esto nos empuja hacia un retroceso», subrayó.

Sin embargo, Kicillof también reconoció la urgencia de discutir nuevas formas de empleo, especialmente ante el aumento de la informalidad en el mercado laboral, fenómeno exacerbado durante la gestión actual. «El debate sobre el proyecto es esencial para explorar propuestas que favorezcan la formalización del trabajo», añadió.

El gobernador resaltó que la reforma podría acentuar la crisis económica, con medidas que podrían descargar el peso de la caída en las ganancias empresariales sobre los trabajadores. «Estamos enfrentando un contexto de apertura económica y restricciones que afectan a jubilaciones, mientras se busca ajustar costos a expensa de la clase trabajadora», advirtió.

Kicillof también puso de relieve que la reforma introducirá cambios en el impuesto a las ganancias sin el debido diálogo con los gobernadores. «Es fundamental discutir este tipo de cambios antes de implementarlos», enfatizó.

El proyecto de reforma laboral fue presentado la semana pasada en el Congreso y actualmente se encuentra en fase de análisis en el Senado. El oficialismo planea avanzar rápidamente para su aprobación antes de fin de año.