El Prix D’Ami, mítico boliche del rock argentino, se convirtió en un espacio de culto durante los años 80 y 90. Con anécdotas memorables y shows inolvidables, este lugar fue testigo de la explosión musical de una época que aún reverbera en la memoria colectiva.

El Inolvidable Concierto de Iggy Pop

En agosto de 1988, Iggy Pop aterrizó en el Estadio Obras, desatando una tormenta de energía. Con su característica provocación, se adueñó del escenario y, desde entonces, su presentación se volvió legendaria. Fernando Samalea, destacado baterista, relata cómo esa misma noche el artista se trasladó a Prix D’Ami para disfrutar de una velada única.

Un Espacio Significativo

El primer Prix D’Ami, ubicado en Arcos, pronto se llenó de rockeros y leyendas musicales, mientras se gestaban historias que aún se cuentan en la escena. Desde los jam sessions hasta las presentaciones de bandas icónicas, el lugar fue un refugio de creatividad y libertad.

La Evolución de un Icono

A medida que el Prix D’Ami se mudaba a diferentes locaciones, su esencia permaneció intacta. Desde su apertura en Ciudad de la Paz hasta su última versión en Monroe, cada sede fue testigo de momentos que marcarían la historia del rock argentino.

Debates y Recuerdos

Las redes sociales reviven debates sobre las diferentes sedes de Prix D’Ami. ¿Cuál fue la mejor? Juanchi Baleirón, de Los Pericos, despeja dudas y rememora las características de cada local, mientras los adeptos siguen sumando anécdotas y recuerdos de sus noches inolvidables allí.

Una Catedral del Rock

La llegada de artistas internacionales como King Crimson en 1994 marcó un hito, consolidando al Prix como un epicentro del rock latinoamericano. Historias de grandes festivales y colaboraciones se cruzaban en un ambiente que combinaba la música con un espíritu inquebrantable.

El Legado de Prix D’Ami

Hoy, el recuerdo del Prix D’Ami es un testimonio de una época dorada. Conversaciones sobre su influencia y el impacto que tuvo en la cultura musical argentina perduran, recordando a todos que el rock, en ese entonces, era más que música; era un movimiento que unió a una generación.

La Transformación Final

Desde su cierre, el antiguo boliche ha cambiado su fachada, pero no su historia. Hoy, en el lugar donde una vez resonaron acordes de guitarra, se erige un supermercado, reflejando el paso del tiempo y un cambio en la cultura de entretenimiento de Buenos Aires.