Un Viaje en el Tiempo: La Historia de La Academia

Fundada en 1930 en la emblemática esquina de Callao y Corrientes, La Academia ha sido el escenario de una rica tradición cultural, donde se entrelazan charlas, risas y memorables encuentros entre artistas y amantes del buen comer. Su reciente mudanza a Montevideo 341 no ha hecho más que revitalizar el legado de este bar único, que nunca cierra y que siempre tiene un rincón cálido para quienes lo visitan.

El Nuevo Capítulo de La Academia

En junio de 2025, el local reabrió sus puertas en un nuevo espacio, tras cerrar temporalmente en febrero. La esencia porteña permanece intacta, con un servicio amable y eficiente; los mozos son verdaderos conocedores que anticipan los deseos del cliente. Con 24 horas de atención, La Academia se esfuerza por mantener su identidad original, ofreciendo un ambiente relajado, mesas de pool y una carta que conquistan a todos.

Un Bar de Tradición y Sabores

La Academia ha logrado sobrevivir al tiempo y las transformaciones de la ciudad sin perder su esencia. La historia del bar comienza con Luis López, quien llegó a Argentina en 1947 con el sueño de emprender. De trabajar en varios empleos, finalmente tomó la oportunidad de adquirir el local, aportando su carácter distintivo.

Gastronomía con Estilo

No hay necesidad de complicarse: en La Academia, el menú es sencillo, pero delicioso. Con milanesas generosas, picadas abundantes y pizzas irresistibles, cada plato invita a compartir. Las recetas son fieles a la tradición y la carta incluye clásicos como el famoso “Tostado Academia”, ideal para disfrutar entre amigos.

La Experiencia Nocturna de Buenos Aires

Abierto las 24 horas, La Academia se convierte en un refugio para quienes buscan un lugar donde relajarse después de un espectáculo o una noche de diversión. La propuesta es flexible y acogedora: sin consumo mínimo ni reservas obligatorias. Este es el espacio perfecto para compartir con otros, en una atmósfera que busca ser familiar y despreocupada.

Un Nuevo Espacio, Misma Identidad

Tras la mudanza, La Academia conserva elementos del antiguo local, incluyendo puertas y ventanas originales, para conectar a los visitantes con su rica historia. Se respira un aire porteño auténtico que se mezcla con la calidez y cercanía de un bar entrañable.

Un Refugio en Festividades

En fechas especiales como Navidad y Año Nuevo, La Academia sigue siendo el faro de quienes buscan un lugar donde disfrutar sin ruidos innecesarios ni protocolaridades. Los clientes pueden optar por un menú de comida festiva, que respeta la espontaneidad que caracteriza a este reconocido bar, donde siempre hay espacio para uno más y la mesa nunca está vacía.