La reciente falta de energía eléctrica en la ciudad estadounidense ha desencadenado una situación inédita: varios vehículos autónomos de Waymo, la firma detrás de este innovador sistema, quedaron detenidos en intersecciones, generando un caos inusual en el tráfico.

El origen del problema: un sistema enredado

El apagón, aunque alarmante, no fue la causa directa del estancamiento de los taxis autónomos. Dado que los semáforos estaban inoperativos, los vehículos, programados para interpretar situaciones de cruce de cuatro vías, no sabían cómo proceder. A cada cruce llegaba más de un Waymo, todos esperando su turno de avanzar, pero sin poder despejar el camino.

Suspensión del servicio: una decisión necesaria

Ante la acumulación de unidades paradas y la congestión que se generó en múltiples zonas, Waymo tomó la decisión de suspender temporalmente su servicio. Esto permitió restablecer el tránsito normal una vez que se reanudó el suministro eléctrico.

La diferencia entre Waymo y Tesla

Una diferencia notable entre las unidades de Waymo y los vehículos de Tesla radica en su funcionamiento. Mientras Waymo opera como un servicio 100% autónomo en áreas específicas, los automóviles de Tesla requieren la supervisión de un conductor humano, quien puede tomar el control en caso de emergencias. Este sistema híbrido permitió a los autos de Tesla navegar sin inconvenientes durante el apagón.

Complementariedad en la tecnología

Waymo se basa en mapas detallados y sensores para operar sin intervención humana, lo que limita su funcionamiento a ciudades grandes y concurridas. Por el contrario, Tesla utiliza cámaras y sistemas de inteligencia artificial que replican decisiones humanas en su conducción, lo que les aporta una flexibilidad mayor en situaciones de emergencia.

Responsabilidad y regulación diferentes

Las regulaciones también son un factor crucial. Waymo asume la responsabilidad completa por cualquier incidente que ocurra con sus robotaxis, mientras que Tesla se mantiene como un proveedor de vehículos bajo la premisa de que el conductor humano es responsable de su manejo. Esta distinción es clave en el contexto de su operación y percepción pública.

El futuro de la movilidad autónoma

El imprevisto apagón de San Francisco no solo evidenció las vulnerabilidades de los sistemas autónomos, sino que también resaltó la importancia de tener vías de actuación que incluyan opciones humanas. El desarrollo de la movilidad autónoma promete revolucionar el transporte, pero la intervención humana sigue jugando un papel crucial en su avance.