Aumenta el Consumo de Carne en Argentina a Pesar de los Altos Precios
A pesar de los significativos aumentos en el precio de la carne, el consumo en Argentina ha registrado un pequeño repunte en el último año, reflejando un cambio en las preferencias alimenticias de la población.
Recientemente, se ha observado un leve aumento en el consumo de carne en el país, de acuerdo con datos proporcionados por la cámara que representa a los frigoríficos argentinos. Durante el período de enero a noviembre, el consumo per cápita creció un 2%, alcanzando aproximadamente 48,3 kilos por persona. Sin embargo, este número sigue siendo uno de los más bajos en años recientes, lo que indica que la recuperación es aún parcial.
Consumo en Alza y Cambios en los Hábitos Alimenticios
Este incremento, aunque modesto, se vuelve más relevante al contrastarlo con el dramático aumento de precios. Según el especialista Luis Machado, el precio de la carne vacuna ha subido un 80% en el mismo período. Esto ha llevado a que muchos argentinos busquen alternativas más económicas, como el pollo y el cerdo, que han aumentado solo un 30% en comparación.
Particularmente, el cerdo ha ganado popularidad, con proyecciones que sugieren un consumo récord de cerca de 17 kilos por habitante este año, un salto notable desde menos de 5 kilos en dos décadas. Por su parte, el pollo se mantiene estable en torno a los 48 o 49 kilos.
Causas del Aumento en los Precios de la Carne Vacuna
Las razones detrás del notable aumento en el precio de la carne vacuna son principalmente estructurales. Machado aclara que la actividad ganadera es cíclica y actualmente se enfrenta a las secuelas de eventos climáticos adversos. La sequía de 2022 y 2023, seguida de inundaciones, ha resultado en una disminución en la cantidad de terneros que ingresan al mercado. Esta escasez de oferta ha presionado los precios al alza.
Adicionalmente, los productores están adoptando una estrategia defensiva al retener a los animales por más tiempo, buscando venderlos con mayor peso frente a los precios altos. Esto ha generado un cambio en el mercado, donde se anticipa que para 2025 el consumo total de carnes alcanzará unas 120 kilos per cápita, aunque con un claro cambio en las preferencias hacia el pollo y el cerdo.
