En una reciente entrevista con Canal E, el economista Juan Luis Bour proyectó que la economía argentina concluirá el año con un crecimiento notable, aun cuando la reactivación laboral enfrentará obstáculos importantes. Según sus estimaciones, se espera un aumento de alrededor del 4,5% en el PIB, a pesar de una desaceleración en la actividad económica durante los últimos meses.

Señales de Desaceleración y Crecimiento Controlado

Bour advirtió que la actividad económica podría experimentar un comportamiento débil en los próximos meses. “Los últimos dos meses del año seguramente mostrarán una desaceleración significativa”, afirmó. A pesar de este panorama, el economista consideró que el crecimiento anual será un resultado positivo en comparación con las caídas previas, aunque condicionado por las adversidades de 2023 y 2024. “Es un buen número, pero debemos tener en cuenta el contexto previo”, enfatizó.

Dinámicas Sectoriales: La Industria y el Comercio

Analizando sectores específicos, Bour destacó la situación de la industria automotriz, que, a pesar de su tradicional solidez, enfrenta nuevos desafíos. “A partir de la mitad de año, hemos visto caídas interanuales en la producción”, explicó, añadiendo que la competencia internacional, especialmente de automóviles chinos, complica aún más la situación. Sin embargo, Bour se mostró optimista sobre una posible recuperación en 2026, aunque con un ritmo más moderado y con un crecimiento proyectado superior al 3,5%.

El Comercio y los Servicios: Expectativas Dispares

A pesar de las perspectivas optimistas para ciertos sectores, Bour subrayó que el comercio y los servicios se enfrentan a un camino más arduo. “La pregunta clave es qué sucederá con el comercio y los servicios”, planteó, refiriéndose a su importancia en el empleo y a su dominancia por parte de pymes. Estos sectores necesitarán un esfuerzo adicional para abordar los problemas de recuperación.

El Futuro del Empleo: Claves para el Progreso

El futuro del empleo, según Bour, dependerá de dos factores esenciales: la implementación de una reforma laboral efectiva y un impulso económico significativo. De concretarse, se podría observar un crecimiento del 2% anual en el empleo, lo que sería un avance considerable respecto al ritmo actual. “El problema del empleo informal no es nuevo; es un desafío que llevamos arrastrando por 15 años”, recordó, insistiendo en la necesidad de un cambio macroeconómico y normativo que mejore la percepción ciudadana respecto a las oportunidades laborales y los ingresos.

Confiando en que se logren consolidar las reformas, Bour concluyó con esperanza: “Si todo sale como se espera, podríamos tener un 2026 más prometedor que 2025.”