Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo de cese al fuego en octubre, respaldado por Estados Unidos. Sin embargo, dos meses después, la situación en Gaza se mantiene estancada, con la región dividida y su población en condiciones precarias.

Gaza sigue atravesando la primera fase del acuerdo, mientras ambos lados enfrentan decisiones cruciales. La propuesta del presidente estadounidense, Donald Trump, busca llevar el diálogo a una segunda etapa, en la que se requeriría el desarme de Hamás y la retirada de tropas israelíes en favor de una fuerza de seguridad internacional.

Desafíos del Cese al Fuego

El desarme de Hamás se convierte en el principal punto de fricción. Turquía ha manifestado su interés en formar parte de la Fuerza Internacional de Estabilización, pero Israel se opone a esta idea. Mientras tanto, la búsqueda del único rehén que queda, Ran Gvili, añade otra capa de complicación al proceso de paz.

La Búsqueda de Ran Gvili

Gvili, un agente de policía israelí capturado el 7 de octubre, ha sido objeto de especulación y búsqueda. Sus padres creen que Hamás lo retiene como moneda de cambio en negociaciones futuras, un reclamo que la organización niega.

El Papel de EE.UU. en el Proceso

Con avances en la discusión, se espera que Trump convoque una reunión con Netanyahu para abordar la situación. El presidente estadounidense busca no solo la implementación del desarme, sino también el cumplimiento del alto el fuego por parte de Israel.

Gobernanza en Gaza

La gobernanza futura de Gaza plantea otro dilema. Un potencial gobierno tecnocrático podría ser difícil de implementar sin la participación de representaciones de Hamás o la Autoridad Palestina, algo que Israel quiere evitar a toda costa.

Próximos Pasos en el Conflicto

La segunda fase del acuerdo no solo implica el desarme, sino también la necesidad de encontrar un equilibrio en la seguridad de las localidades israelíes fronterizas con Gaza. Las decisiones políticas y estratégicas continúan siendo debatidas, con oyentes atentos a los pasos de ambos líderes.

Con más de 70,000 vidas perdidas desde el inicio de la guerra, la población de Gaza clama por una solución duradera. La presión internacional aumenta mientras ambos bandos contemplan el futuro de la región.