Argentina ante nuevos desafíos económicos: Perspectivas y estrategias para 2026
A medida que se acerca el cierre de 2025, la economía argentina enfrenta un panorama de tensiones conocido, marcado por la escasez de divisas y una evolución lenta de la recuperación económica. Los ojos del mercado están puestos en la capacidad del Gobierno para gestionar estos retos y encaminarse hacia un futuro más estable.
Retos financieros: un camino hacia el 2026
En su último informe, el Comité de Inversiones de Criteria destacó que la principal preocupación radica en el frente financiero. A medida que se aproximan vencimientos de deuda por 4.225 millones de dólares en enero, el Ejecutivo está explorando alternativas de financiamiento sin necesidad de recurrir al mercado internacional. Mecanismos como repos bancarios y colocaciones locales están en la mesa.
Luis Caputo, ministro de Economía, ha enfatizado la necesidad de reducir la dependencia de financiamiento externo, argumentando que un crecimiento sostenible requiere un mercado de capitales interno más robusto. “Este es un desafío a mediano y largo plazo», afirmó Caputo, resaltando la importancia de establecer una base sólida para el futuro del país.
Mercado en la mira: deuda y tipo de cambio
Con el fin de año a la vuelta de la esquina, las prioridades del mercado se centran en variables críticas como la compra de dólares, la dinámica del tipo de cambio y la evolución de las tasas. Emilio Botto, líder de Estrategia de Mills Capital Group, señaló que la aprobación del Presupuesto 2026 también es un aspecto crucial que continuará influyendo en el panorama económico.
A pesar de que el mercado asume que se realizará el pago de la deuda en enero, persiste la incertidumbre sobre el mecanismo a utilizar, lo que ha mantenido el riesgo país en niveles elevados, alrededor de 600 puntos. Recentes anuncios sobre un nuevo esquema cambiario y ajustes fiscales han generado una reacción positiva en los activos financieros, pero el entorno sigue siendo inestable.
Inflación y consumo: un cierre de año complejo
Los últimos datos macroeconómicos reflejan un cierre del año con una actividad económica débil. Aunque la balanza comercial ha continuado respaldando el nivel de actividad, el consumo ha comenzado a perder impulso, y la inflación mantiene un piso elevado, con tasas mensuales que rondan el 2,5% debido a aumentos en tarifas y servicios.
El triunfo electoral reciente ha sido un catalizador importante para el optimismo económico; la claridad en la gobernabilidad ha contribuido a un mejor clima de confianza. Expertos destacan que las iniciativas para acumular reservas y ajustar bandas cambiarias son pasos en la dirección adecuada.
Estrategias de inversión hacia el final de 2025
Mirando hacia el futuro, las perspectivas de inversión se presentan con oportunidades selectivas. A pesar de la desaceleración, las tasas de interés siguen siendo positivas en términos reales, lo que permite margen para estrategias de inversión. Los instrumentos de menor volatilidad, como los Bopreales, y los bonos ajustados por CER de mediano plazo son recomendados para perfiles conservadores.
Con un inicio de 2026 en el horizonte, el mercado se siente cauteloso pero optimista. Las dinámicas políticas, la acumulación de reservas y la capacidad de la administración para mantener un programa económico coherente serán clave para el desarrollo a largo plazo.
