Gunter nunca regresó a su hogar, como miles de otras mascotas que sufren por el estruendo de los fuegos artificiales durante las celebraciones navideñas. El canino se extravió en Miramar de Ansenuza, asustado por las explosiones de la Nochebuena. Lamentablemente, su búsqueda terminó en tragedia: fue encontrado sin vida en un desagüe.

“El miedo lo hizo correr sin rumbo. El terror lo llevó a esconderse en un lugar del que no pudo escapar. No solo hemos perdido a un perro, sino que se ha arruinado la Navidad de una familia entera”, compartieron amigos de la familia de Gunter, a través de un mensaje que busca crear conciencia sobre los efectos nocivos de la pirotecnia. El animal murió ahogado, atrapado en un lugar peligroso.

Un Suceso Similar en Córdoba

La tragedia de Gunter no es un caso aislado. Horas antes, en la misma Nochebuena, otra familia en Córdoba enfrentó una situación parecida. Mateo, un joven de la provincia, informó que su perra se escapó aterrorizada por los fuegos artificiales. Su búsqueda tomó un giro desgarrador cuando descubrió que había sido atropellada en la ruta E-53. Testigos indicaron que alguien la levantó del lugar del accidente y la dejó abandonada en la misma carretera.

Los Efectos de la Pirotecnia en los Animales

Los fuegos artificiales generan pánico en los animales, llevándolos a huir descontroladamente, sufrir ataques cardíacos o, como en el lamentable caso de Gunter, a buscar refugios peligrosos que pueden resultar fatales. Cada celebración que involucra pirotecnia pone en riesgo la vida de miles de mascotas, además de afectar a personas con autismo y sensibilidad auditiva.