El responsable de la agencia de la ONU para refugiados en Líbano comentó el jueves que el levantamiento de las sanciones estadounidenses podría incentivar a más refugiados a regresar a su país de origen.

La votación en el Senado de EE.UU. para eliminar de forma permanente las sanciones impuestas bajo la «Ley César» se produjo el miércoles, tras una suspensión temporal de las mismas por parte del gobierno del expresidente Donald Trump.

Las sanciones, que datan de 2019, fueron implementadas como medida para castigar al régimen de al-Assad por abusos de los derechos humanos durante el conflicto civil.

Este cambio legislativo se aprobó simultáneamente con el presupuesto anual de defensa del país. Se espera que Trump ratifique la anulación definitiva el jueves.

Retornos y Desafíos en el Campo de los Refugiados

Desde la caída del ex-presidente Bashar al-Assad en diciembre de 2024, se estima que alrededor de 400,000 refugiados sirios han regresado de Líbano, aunque cerca de un millón aún permanece en el país, según la representante de ACNUR en Líbano, Karolina Lindholm Billing.

Aproximadamente 636,000 de estos refugiados están oficialmente registrados. En total, más de un millón de refugiados, junto con casi dos millones de sirios desplazados en el interior, han vuelto a sus hogares desde la caída de al-Assad.

Aquellos que regresan desde países vecinos pueden acceder a un pago inicial de $600 por familia. Sin embargo, muchos se enfrentan a la dura realidad de volver a un hogar destruido y sin oportunidades laborales, lo que podría llevar a que algunos retornen a su situación anterior.

Según Billing, la ayuda internacional hasta ahora ha sido «relativamente pequeña en comparación con las inmensas necesidades» que enfrenta Siria. El levantamiento de las sanciones de EE.UU. podría facilitar una mejora significativa.

La Necesidad de Inversiones para la Reconstrucción

El Banco Mundial estima que se requerirán $216 mil millones para reconstruir la infraestructura y las viviendas destruidas durante la guerra civil. «Es crucial que haya una inversión significativa en reconstrucción y en el sector privado que genere empleo», agregó Billing.

A pesar de los esfuerzos por aliviar las sanciones, el progreso en la reconstrucción ha sido escaso. Los defensores de la derogación permanente afirman que las empresas internacionales son reacias a invertir en Siria mientras exista el riesgo de que las sanciones se restablezcan.

Nuevos Refugiados y la Continuidad de la Crisis

A pesar del flujo constante de retornos, otros sirios han abandonado el país en busca de seguridad debido a conflictos étnicos y religiosos desde la caída de al-Assad.

Un gran número de ellos pertenece a minorías religiosas que temen ser blanco de represalias en el nuevo escenario político, especialmente los alauitas y los chiítas, quienes han sufrido ataques durante la violencia sectaria.

Desde la caída de al-Assad, unas 112,000 personas han buscado refugio en Líbano, aunque su situación es crítica, con escasa asistencia y sin reconocimiento legal en el país.

«Una de sus necesidades principales es la documentación, pues no tienen papeles que acrediten su estancia en Líbano, lo que dificulta su movilidad», destacó Billing.

A pesar de que algunos han regresado a Siria tras la calma en sus áreas, muchos permanecen atemorizados por la posibilidad de ser devueltos a un país donde vivieron episodios de violencia extrema.