En una conversación con Canal E, Antonella Semadini, economista vinculada a la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), analizó las repercusiones de la reducción en las retenciones y cómo este cambio afecta el panorama productivo del sector agrícola para el año siguiente.

Un Cambio Significativo, Aunque Modesto

Semadini destacó que, aunque el ajuste impositivo anunciado por el Gobierno es modesto, su permanencia es lo que realmente lo define: “Es poca la baja… pero se festeja porque es permanente”. Con esta modificación, la soja pasa del 26% al 24%, mientras que el trigo y el maíz sufren una reducción de un punto. El girasol, por su parte, mantiene un ajuste leve.

Comparativa con Medidas Anteriores

La economista compara esta reducción con acciones previas, que muchas veces fueron temporales o con condiciones específicas: “Antes había reducciones transitorias, incluso con plazos muy cortos para liquidar divisas”. La nueva medida, al llegar antes de la siembra gruesa, agrega orden y previsibilidad al sector.

Expectativas para el Mercado Agrícola

Semadini también previó mejoras específicas en los precios: “En el mejor de los casos, podríamos ver un aumento de 10 dólares en la tonelada de soja, 4.5 dólares en trigo y 2 dólares en maíz”. Sin embargo, advirtió que la volatilidad de los precios internacionales puede afectar más que ese incremento directo, haciendo hincapié en que el verdadero impacto es institucional.

Producción y Perspectivas para el Futuro

De cara a la próxima campaña, Semadini afirmó que se proyecta un aumento en los volúmenes de producción: “Este año alcanzamos 130 millones de toneladas; el siguiente podríamos llegar a 142 millones”. Este aumento se debe, en gran parte, a condiciones climáticas favorables, aunque el maíz podría experimentar un crecimiento de 8 millones de toneladas mientras que la soja podría ver una caída en su producción.

Los Precios Internacionales Bajo la Lupa

La economista aclaró que el descenso en los precios internacionales, que se encuentran en niveles históricos bajos, se debe a la normalización tras la guerra de Ucrania y Rusia. “Cualquier restricción de oferta genera presión sobre los precios, y eso ya se ha estabilizado”, señaló. Asimismo, destacó el crecimiento de Brasil como un factor que contribuye a la sobreoferta en el mercado global.

Desafíos y Oportunidades Futuras

Con respecto a los próximos meses, Semadini fue cautelosa: “Los precios se mantendrán estables mientras no haya sorpresas en la cosecha de Brasil y la demanda de China”, aunque advirtió que el clima puede jugar un papel crucial en la producción. En relación con la “chicharrita del maíz”, un problema de campañas anteriores, destacó que este año no ha generado los temores esperados, lo que ha alentado la siembra de maíz. Además, valoró la importancia de las reformas que fomentan inversiones en riego, considerando que “”.