La temporada de verano en Punta del Este comenzó con un evento lleno de sorpresas. El inaugurado restaurante en el Club de los Balleneros, un lugar que antes fue sede del clásico “Lo de Miguel”, reunió a un variado grupo de invitados en una noche que prometía glamour, aunque sin restricciones de vestimenta, lo que alegró a muchos.

Un incidente inesperado con avispas

La atmósfera festiva se vio interrumpida cuando un enjambre de avispas atacó a Gustavo Scaglione, un reconocido empresario de medios. Su situación fue crítica y tuvo que ser llevado a una clínica donde recibió atención inmediata. Este episodio fue el más comentado de la noche, pues, afortunadamente, logró recuperarse de forma milagrosa, aunque estuvo al borde del colapso.

Asistentes de prestigio y rumores de crisis matrimonial

Entre los invitados se destacó José Luis Manzano, quien ha diversificado su portfolio con varios restaurantes en Buenos Aires y Punta del Este. A pesar de su éxito en el ámbito culinario, muchos se preguntan cómo logra equilibrar estas inversiones con sus emprendedores proyectos en energía y telecomunicaciones.

Los murmullos no cesaron en la velada, especialmente sobre la relación de Mauricio Macri y Juliana Awada, que atraviesa rumores de crisis. Mientras algunos afirmaban que la pareja se encontraba distanciada, otros los vieron juntos disfrutando de una cena en el Malba, revitalizando así la especulación sobre su estado.

Confianza en la economía y miradas hacia el futuro

A pesar de los chismes personales, la atención se centró en la gestión económica de Javier Milei. Los inversores mostraron optimismo ante su liderazgo, con expectativas de que atraerá inversión extranjera. A partir de febrero, se prevé la llegada de una delegación estadounidense interesada en adquirir empresas locales, lo cual podría funcionar como un alivio ante la inestabilidad financiera.

La licitación de la hidrovía: un negocio multimillonario en juego

Durante el evento, también se discutió la pendiente licitación de la hidrovía, un contrato que representa un valor de 500 millones de dólares. Recientemente, se mencionaron pocos oferentes, lo que generó preocupación sobre la sana competencia en el sector, a la vez que la sombra de antiguas relaciones empresariales continuó planando sobre la conversación.

Los tiempos son inciertos y las tensiones políticas se palpitan en el aire político argentino. Sin embargo, Punta del Este se mantiene como un espacio para socializar y hacer negocios, donde los incidentes más extraños se convierten en anécdotas que, sin duda, alimentarán las charlas del verano.