Myanmar: Inicio de las Elecciones en Medio del Conflicto Civil
Las recientes elecciones en Myanmar marcan un momento crucial tras casi cinco años desde el golpe militar de 2021. A pesar de las esperanzas de un retorno a la democracia, el contexto actual plantea serias dudas sobre la legitimidad del proceso electoral.
El pasado domingo, se cerró la primera fase de votación en Myanmar, abriendo un nuevo capítulo en la tumultuosa historia política del país. La votación se llevó a cabo en 102 de las 330 municipalidades, siendo el primer paso de un proceso que se completará con dos rondas adicionales los días 11 y 25 de enero.
A pesar del despliegue electoral, las críticas son numerosas. La desaparición de grandes partidos políticos, el arresto de líderes y el hecho de que gran parte de la población no participó debido a un conflicto civil, han deslegitimado el ejercicio. Actualmente, la ONU estima que más de 3.6 millones de personas han sido desplazadas por la guerra.
Las Implicaciones del Proceso Electoral
Expertos señalan que la junta militar, apoyada por países como China, India y Tailandia, busca consolidar su poder a través de este proceso electoral. Si bien el gobierno asegura que estas elecciones son un paso hacia la democracia, la falta de participación de partidos de oposición y las amenazas a votantes de parte de las fuerzas militares generan escepticismo.
El Testimonio de los Votantes
Khin Marlar, una votante de 51 años en la municipalidad de Kyauktada en Yangon, expresó que su participación fue un acto de esperanza. “Voto con la esperanza de que pueda regresar a mi pueblo cuando haya paz”, comentó, añadiendo que se vio obligada a abandonar su hogar debido a los combates.
Aung San Suu Kyi: Un Símbolo en la Cárcel
En este escenario, Aung San Suu Kyi, la exlíder del país, permanece encarcelada cumpliendo una condena de 27 años, en medio de acusaciones que muchos consideran injustas y políticamente motivadas. Su partido, la Liga Nacional para la Democracia, fue disuelto en 2023 luego de negarse a registrarse bajo las nuevas regulaciones impuestas por la junta.
“Las elecciones organizadas por una junta que bombardea a civiles y persigue a opositores no son elecciones; son un teatro del absurdo realizado bajo amenazas”, afirmó Tom Andrews, experto de derechos humanos de la ONU para Myanmar, en una reciente declaración.
Las naciones occidentales mantienen sanciones contra los generales en el poder debido a sus acciones en contra de la democracia y los abusos en el conflicto.
