Desenmascarando la Violencia Laboral: Un Llamado a la Acción en Nuestras Organizaciones
La violencia en el trabajo va más allá de los titulares: se arraiga en el día a día de las empresas, afectando a miles. Hoy, más que nunca, es imperativo reflexionar sobre cómo transformar nuestras instituciones en entornos más seguros y equitativos.
La violencia de género no solo se manifiesta en episodios evidentes, sino que también se oculta en el silencio y las dinámicas de trabajo. Por ello, es esencial que las organizaciones examinen y aborden este problema estructural.
La Realidad Detrás de los Números
Un estudio junto a MundoSur reveló que el 96% de los encuestados ha experimentado o presenciado violencia en el entorno laboral. Este dato alarmante destaca la prevalencia del fenómeno, que afecta a todos los sectores y jerarquías. Entre 2021 y 2024, la percepción de la violencia laboral creció un 9%, indicando que, aunque se reconoce más, las medidas preventivas aún son deficientes.
Impactos Negativos en el Entorno Laboral
La violencia laboral compromete la salud de las personas y deteriora el clima organizacional. Sus consecuencias incluyen un aumento en la rotación de personal, mayor ausentismo y una disminución en la productividad. Frente a esto, es crucial que las empresas tomen acciones efectivas.
5 Estrategias para Combatir la Violencia Laboral
1. Diagnosticar para Actuar
Transformar situaciones requiere conocerlas. Realizar diagnósticos internos es fundamental para identificar tipos de violencia, conocimiento sobre canales de denuncia y la confianza en estos. Un alarmante 72% de los encuestados no sabía si su organización contaba con estos recursos.
2. Establecer Políticas Claras
Desarrollar un protocolo accesible y comprensible que defina responsabilidades y mecanismos de acompañamiento es crucial. Saber qué hacer en caso de violencia convierte la prevención en una práctica cotidiana y no en un ideal lejano.
3. Capacitar a Líderes y Equipos
Los líderes juegan un papel vital en la identificación y prevención de prácticas violentas. La capacitación en gestión de equipos respetuosos es esencial, al igual que la formación de aquellos que manejan denuncias para evitar la revictimización.
4. Fomentar la Sensibilización Organizacional
La prevención debe ser parte de la cultura laboral. A través de talleres, se destaca la importancia de reconocer comportamientos que, aunque no evidentes, constituyen formas de violencia. Promover conversaciones y reflexiones es clave para desnaturalizar estas experiencias.
5. Monitorear y Ajustar Acciones
Evaluar el impacto de las políticas y dar seguimiento a los casos es esencial para generar confianza y coherencia en las acciones. Esto implica aprender y mejorar continuamente en base a las realidades descubiertas.
Compromiso con el Bienestar Laboral
Estos lineamientos se enmarcan en el Convenio 190 de la OIT, que establece el derecho a un trabajo libre de violencia y acoso. La tarea pendiente es llevar este compromiso a la práctica en cada equipo, contribuyendo así a la creación de espacios laborales más humanos y sostenibles.
*Coordinadora del área de violencias de Grow – género y trabajo.
