Un lugar inexplorado y peligroso: El Darién, un denso bosque que une América del Sur y Central, ha desafiado a aquellos que intentaron cruzarlo. Esta vasta selva ha protegido a numerosas especies, pero su naturaleza inhóspita la hace un refugio difícil de defender.

Desafíos de Conservación en el Darién

Con 575,000 hectáreas de hábitat diverso que incluyen playas y manglares, la conservación del parque nacional se torna casi imposible con solo 20 guardianes. Desde hace años, el Darién ha sufrido una pérdida significativa de su área forestal debido a la tala, la minería y la ganadería, donde cerca del 15% se ha perdido en las últimas dos décadas.

Un Viento de Cambio en la Conservación

Sin embargo, en los últimos tres años, Panamá ha implementado un enfoque innovador para combatir la deforestación. En 2022, el gobierno adoptó medidas estrictas contra la tala, modernizando su cuerpo de guardaparques y asociándose con la ONG Global Conservation. Esta colaboración ha resultado en una notable reducción de la deforestación.

Acciones Firmes del Gobierno

Con la llegada al poder del presidente José Raúl Mulino en julio de 2024, se produjo un cambio radical. Se eliminaron funcionarios corruptos del ministerio de medio ambiente y se estableció una moratoria general sobre la tala. Además, el número de guardaparques se duplicó, pasando de seis a más de 40, y se planearon más de 150 patrullas para el año 2025.

La Tecnología al Servicio de la Conservación

La incorporación de tecnología ha sido crucial. Los guardaparques ahora cuentan con cámaras, sistemas satelitales, y están conectados en tiempo real, permitiéndoles responder de manera rápida y eficiente a la deforestación. Esto les ha permitido tener una mayor vigilancia en áreas remotas y facilitar la comunicación entre ellos.

Resultados Impactantes

Entre 2022 y 2025, la pérdida de bosque en el parque se redujo en un 88%. Este descenso en la deforestación ha llevado a que, actualmente, la tala dentro del parque sea casi inexistente, destacando la recuperación de uno de los principales sumideros de carbono de la región.

Mirando Hacia el Futuro

La transformación del parque nacional Darién no solo protege a su diversa fauna y comunidades indígenas, sino que también se alinea con la lucha global contra el cambio climático. El desafío es claro: si no se actúa rápido, otros bosques de la región, como ocurre en Nicaragua y Guatemala, podrían desaparecer pronto.

La historia del Darién es un ejemplo de cómo, a través de la innovación y el trabajo conjunto, es posible enfrentar la crisis ambiental actual. Así, se abren nuevas vías para la conservación en un mundo donde el tiempo se agota.