Apareció vivo Alfonso Severo

Apareció vivo Alfonso Severo

El testigo en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra -que debía prestar declaración hoy- fue encontrado cerca de las 22 con signos de haber sido golpeado y maniatado. Se dirigió hasta una remisería de Gerli, cercana a su casa, para pedir ayuda. Había desaparecido anoche, cuando iba a ver a su nieto. Se encuentra siendo atendido en el Hospital Finochietto, de Avellaneda. «Está muy shockeado», reveló su hijo

El testigo Enrique Alfonso Severo, quien hoy debía declarar en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, apareció con vida esta noche en la localidad bonaerense de Avellaneda, muy cerca de su domicilio.

Severo fue hallado maniatado y con signos de haber sido golpeado por sus captores. Se dirigió por sus propios medios para pedir ayuda hasta una remisería de Gerli, en ese partido de la zona sur del Gran Buenos Aires. Interviene el fiscal Elvio Laborde.

El hombre, de 54 años, era intensamente buscado por la policía bonaerense, en medio de la gran repercusión que había causado su desaparición anoche, cuando se dirigía a visitar a su nieto.

El testimonio de Severo, quien trabaja en la empresa Ferrobaires, se considera clave para avanzar en la investigación por el crimen de Ferreyra, asesinado hace dos años.

 

La desaparición

«Alguien lo secuestró» y «se lo llevaron», había dicho esta mañana el hijo, Gastón Severo, al tiempo que precisó que «salió de casa, en Sarandí, a eso de las once y media de la noche, iba a diez cuadras, a la casa de la madre de mi hijo. Llamó y dijo ‘estoy yendo’, pero nunca llegó».

Minutos después de esas declaraciones, la Policía Bonaerense informó que halló el auto en el que Severo se desplazaba anoche al salir de su casa.

El Renault Clío cinco puertas, color negro, con patente HSA137 fue encontrado en el partido de Avellaneda, cerca de su vivienda.

Los investigadores buscaron pistas en el vehículo y encontraron: cuatro huellas dactilares; un documento personal de Severo; dinero y un medicamento. Además advirtieron que la llave del coche estaba puesta.

Reclamo y búsqueda 

Familiares, amigos, testigos y militantes del Partido Obrero marcharon esta tarde a Plaza de Mayo para reclamar por la aparición de Severo.

Silvia Núñez, la esposa del hombre, radicó a las 3:20 de la madrugada una denuncia por la suerte que habría sufrido su marido, que esta mañana recayó en la Unidad Funcional de Instrucción número 13, de Avellaneda.

Por su parte, el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense informó en una nota que instruyó «acciones de búsqueda» del empleado de Ferrobaires a la Dirección de Personas Desaparecidas de la Subsecretaría de Justicia y a las Superintendencias de Investigaciones y Delitos Complejos.

En tanto, el ministro de Justicia nacional, Julio Alak, aseguró que Severo no estaba incluido en el Programa de Protección Especial porque para ello la ley exige una solicitud expresa del testigo o del Poder Judicial, algo que no había sido solicitado, remarcó.

Severo hijo precisó que su papá iba vestido con pantalón de jean, camisa y zapatos, que los familiares «preguntaron en todos los hospitales y ahí no está».

«En ningún momento él se hubiera borrado, pongo las manos en el fuego por mi padre«, indicó al canal de noticias TN y aseguró que «estaba súper entusiasmado con ir a declarar hoy porque quería que se aclare todo esto» del asesinato de Mariano Ferreyra.

Consultado sobre qué tenía para decir en el juicio, Gastón sostuvo que «él conoce desde el primero al último (de los ferroviarios) que aparecen en los videos en la estación Avellaneda cuando fue el crimen de Mariano Ferreyra», y comentó: «Sabe qué clase de personas son».

«Cuando fue el crimen él salió a hablar, dio un par de notas, colaboró para hacer un libro, y a nosotros nos tirotearon la casa, tuvimos amenazas y tuvimos seis meses un móvil en la puerta de mi casa», recordó.

Desde que la semana pasada había recibido la citación del Tribunal Oral Criminal 21 para declarar este jueves, recibieron «tres días de llamadas telefónicas con amenazas». «Él nunca tuvo miedo de nada y estaba súper entusiasmado porque su vida es el ferrocarril y empezó a pasar todo esto (…), nos echaron, nos tirotearon, nos golpearon, hay muchas cosas atrás«, se lamentó, y declaró que «por ayudar termina siendo dañado uno mismo».

El abogado de la querella, Ismael Jalil, confirmó los dichos de Gastón Severo y consideró que su padre «es un testigo que comprometía seriamente a los referentes de la Unión Ferroviaria, a José Pedraza, a Juan Carlos Fernández…».

El Tribunal Oral en lo Criminal 21 juzga el crimen de Ferreyra y las heridas producidas a otras tres personas cuando militantes políticos que apoyaban una manifestación de empleados ferroviarios tercerizados fueron atacados por una patota de la UF.

Pedraza y su segundo en el gremio, Juan Carlos «Gallego» Fernández, están acusados de ser instigadores del crimen, mientras que Cristian «Harry» Favale, barrabrava de Defensa y Justicia vinculado al gremio, y el ferroviario Gabriel «Payaso» Sánchez aparecen como supuestos autores materiales.

Otras seis empleados ferroviarios y afiliados de la UF están sindicados como integrantes de la patota que con distintos roles participaron del ataque, mientras que siete oficiales de la Policía Federal, entre ellos los comisarios Luis Mansilla y Hugo Lompizano, están imputados de liberar la zona para facilitar el ataque y luego no detener a los implicados ni recolectar prueba para la investigación judicial.

Fuente > http://www.infobae.com

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