El guanaco ha vuelto a sus tierras en el Parque Nacional El Impenetrable, Chaco, luego de más de 110 años de extinción en la región. Esta especie, que sufrió la caza furtiva y la pérdida de su hábitat a inicios del siglo XX, regresa como símbolo de esperanza para la conservación del Chaco Seco. El proyecto, que busca restaurar los ecosistemas perdidos, también tiene como objetivo reafirmar el invaluable valor ambiental de esta vasta área natural argentina.

Los ejemplares liberados provienen de la Patagonia, en Santa Cruz, y fueron elegidos por su buena condición sanitaria y genética. Este emocionante traslado, que abarcó 3.200 kilómetros, se convierte en la translocación de fauna con fines de conservación más larga realizada hasta el momento. Para lograrlo, se implementaron técnicas especializadas de captura, transporte y adaptación, y contó con la colaboración de la Fundación Rewilding Argentina, Parques Nacionales y los gobiernos de ambas provincias.

El Rol del Guanaco en el Ecosistema Chaqueño

El guanaco ha sido históricamente un componente clave del paisaje chaqueño, reconocido por los pueblos originarios con nombres como nawananga entre los qom. Su desaparición generó un desbalance en los pastizales y sabanas de la región. Como herbívoro destacado, su presencia es vital para el control de la vegetación y la reducción de material combustible. Asimismo, promueve la dispersión de semillas y nutrientes, unos procesos que se vieron gravemente afectados durante su prolongada ausencia, acentuando la degradación ambiental de El Impenetrable.

Esta reintroducción se suma a otros esfuerzos de restauración, como el regreso del yaguareté, la tortuga yabotí y la nutria gigante. Estas iniciativas buscan recuperar especies esenciales que sostienen las redes tróficas. Es relevante destacar que los grandes herbívoros no pueden ser reemplazados por animales menores, lo que subraya su necesidad para la salud de los ecosistemas. Además, la restauración integral ayuda a enfrentar problemas como los incendios forestales, la pérdida de biodiversidad y los retos del cambio climático.

Más allá de su impacto ecológico, la llegada del guanaco también promueve el turismo de naturaleza en El Impenetrable. El avistaje de fauna silvestre abre nuevas oportunidades económicas para las comunidades locales, convirtiendo la conservación en una herramienta valiosa para el desarrollo regional.

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