Brigitte Bardot, conocida mundialmente por su papel en «Y Dios creó a la mujer» y su inconfundible estilo, se convirtió en un símbolo cultural tanto en Francia como a nivel global. En la gran pantalla, protagonizó más de cincuenta películas, dejando una huella imborrable en el cine clásico. Su sensualidad y carisma redefinieron la estética femenina, inspirando a generaciones con su forma de vestir.

La Fundación Brigitte Bardot expresó en un comunicado su profunda tristeza por la partida de su fundadora y líder, aunque no especificó la fecha exacta de su deceso.

Una vida llena de pasión y controversias

Desde los años ’50, Bardot se convirtió en un ícono del cambio, atrayendo tanto admiradores como críticas con sus opiniones audaces sobre temas sociales y políticos. Su vida estuvo marcada por controversias que la llevaron a enfrentar múltiples juicios por difamación. A pesar de esto, ella persistió en su estilo auténtico, afirmando en una de sus obras: «La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda.»

Brigitte Bardot, un mito de la liberación femenina

Antes de ser una figura polémica, Bardot fue un símbolo de liberación. Famosa como «B.B.», desafió las normas sociales sobre la moralidad y la sexualidad. En los años 60, incluso inspiró una canción del brasileño Jorge Veiga que celebra su encantadora figura.

Bardot deslumbró al mundo con su belleza, llegando a ser comparada con Marilyn Monroe. Sin embargo, a diferencia de la actriz estadounidense, Brigitte decidió dejar atrás la actuación a finales de los años 70, tras haber consolidado su legado con actuaciones memorables.

Los inicios de una estrella

Nacida en 1934 en una familia burguesa, Brigitte desarrolló su amor por la danza y la moda desde joven. Su carrera despegó gracias a su talento y al apoyo de su esposo, Roger Vadim, quien la eligió para el filme que la catapultó a la fama. Fue en «Y Dios creó a la mujer» donde el sueño de ser una sex symbol se materializó, generando una inmensa atención mediática.

En 1960, Bardot dio a luz a su único hijo, Nicolas, aunque la experiencia fue difícil para ella, que eventualmente delegó la crianza a su esposo de aquel entonces, Jacques Charrier.

Una ferviente defensora de los derechos de los animales

A partir de la década de 1970, después de su último proyecto cinematográfico, Bardot se transformó en una ferviente activista de los derechos de los animales. Su pasión por la causa tomó impulso tras un incidente durante el rodaje de su última película, cuando salvó a una cabra de convertirse en carne.

Desde entonces, ha luchado contra la caza, la tauromaquia y otras prácticas que atentan contra la vida animal. Viajó en varias ocasiones para concienciar sobre estos temas y a sus 91 años, vivía apartada del bullicio, en un entorno natural que reflejaba su amor por los animales.

Brigitte Bardot deja un legado imborrable, cerrando una era y dejando una profunda huella en el cine, la moda y la defensa de los animales.