En conversación con Canal E, el economista, Federico Glustein, analizó el nuevo esquema cambiario propuesto por el Banco Central. A su juicio, este cambio presenta tanto oportunidades como desafíos importantes para la economía argentina.

Expectativas moderadas y necesidades urgentes

El anuncio del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, sobre la adaptación de las bandas cambiarias en función del IPC, ha generado reacciones mezcladas en el mercado. Glustein considera que esta medida es un paso necesario. «La compra de reservas era insistentemente demandada por los economistas», explicó, destacando la urgencia de aumentar las reservas del país.

Según el especialista, acumular dólares es vital para afrontar obligaciones financieras y responder a la demanda estacional. «El país necesita adquirir reservas para cumplir con compromisos, tanto con organismos como con acreedores», indicó, señalando la insostenibilidad del esquema anterior.

Impacto en los precios y competitividad

Glustein subrayó la evidencia del atraso cambiario. «La depreciación del peso fue mínima en comparación con la inflación, lo que generó una apreciación del peso perjudicial para los precios locales», afirmó. Esta situación, advierte, afecta la competitividad del país, encareciendo productos y reduciendo la capacidad de compra.

En las primeras 24 horas tras el anuncio, el dólar oficial y el blue comenzaron a aumentar, alcanzando niveles cercanos a sus máximos históricos. «Esto probablemente se traduzca en un incremento generalizado de precios», alertó Glustein, anticipando que la presión sobre el tipo de cambio podría dar lugar a inflaciones más elevadas en diciembre.

Acumulación de reservas: un desafío ambicioso

Respecto a la meta de acumulación de reservas, Glustein mencionó que el Gobierno tiene previsto alcanzar los 10.000 millones de dólares. Sin embargo, el proceso no será simple. «Para aumentar las reservas, es necesario absorber pesos, ya sea a través de bonos o mediante emisión», detalló, sugiriendo que un enfoque mixto podría ser necesario.

En cuanto a la inflación, Glustein adoptó un enfoque cauteloso. «La inflación ha estado en aumento durante los últimos seis meses en Argentina», comentó. No obstante, contextualizó la situación de manera favorable al comparar el 211% de hace tiempo con la actual tasa del 31%. «El objetivo es claro: reducir la inflación del 30% anual al 20% y comenzar a normalizarla», concluyó.