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jueves, marzo 28, 2024
Ferias americanas ON LINE en Argentina

Ferias americanas ON LINE en Argentina

Con ROPA importada, usada y muy barata, las ferias americanas ON LINE son un un gran éxito

Feria americana huele a los ‘80, cuando para estar en la vanguardia había que recorrer por ejemplo las galerías de la avenida Santa Fe en Buenos Aires, en busca de “esa” campera de cuero raída, un poco rota pero con toda la onda.

Treinta años después la feria americana se reinventa y va por más: la venta online se convirtió en la herramienta perfecta para atrapar a un público al que andar revolviendo percheros con olor a viejo le resulta un bochorno.

A diferencia de lo que ocurría en los ochenta, cuando las prendas de feria se exhibían como trofeo, estas nuevas clientas agradecen el anonimato que les permite mostrar compras de viajes que nunca existieron. La estrategia parece ser rendidora. En los últimos dos años se dispararon decenas de ferias online. Algunas, incluso, ya saltaron la Cordillera y venden en Chile. Con menos de dos años, Renová tu vestidor tiene más de 100 mil usuarias, y se preparan para terminar el 2015 con 50 mil prendas vendidas y abrieron otra sucursal en Chile.

En apenas 6 meses, Be Hunters ya anotó a 15 mil usuarias y un promedio de ventas de 400 prendas mensuales.

Su éxito está en que venden ropa en excelente estado y de marcas conocidas, sobre todo, de las que no se consiguen aquí. Las nuevas ferias apuntan a satisfacer deseos de consumo: llevar un Armani, aparentar que podemos cambiar de vestuario cada semana.

El fenómeno también se extendió a plataformas como Olx y Mercado Libre. Y se extendió tanto que desde la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) ya advirtieron que detrás de estos miniemprendimientos se oculta contrabando. “Decir feria americana es un concepto benévolo. La realidad es muchas veces mercadería traída de contrabando –advierte Vicente Lourenzo de CAME–. Viajan a Miami, traen tres valijas repletas de ropa. Compran una remera a cinco dólares y la venden a trescientos pesos en un showroom. El precio denuncia que están evadiendo impuestos. Es la clásica argentineada”.

Lo que tienen en común estas tiendas virtuales es el ingenio para disimular su propia esencia: que la ropa es usada. “Pre loved clothes”, que podría traducirse como ropa pre-amada. “Second hand” que es “segunda mano”. “Ropa para compartir”, “comunidad de compra-venta”. Son algunos de los hombres que usan para evitar el drástico “feria americana”.

Lo primero que aclara Josefina Obarrio, dueña de Novias al garage, es que lo suyo no es una feria aunque hace veinte años que se dedica a vender vestidos de novia usados. Sus vestidos no se compran on line, pero sí se los puede ver en su página. Dice que desde que pusieron esta opción sus ventas aumentaron: “Ya no está instalada la idea de que te hacés un vestido para que use tu hija. Las mujeres son más prácticas, pueden elegirlo desde la oficina y cuando llegan acá ya vienen con algo definido. Y las que lo venden quieren recuperar algo de la inversión del casamiento”, cuenta Obarrio, que tiene su local en Las Lomas de San Isidro.

Renová tu vestidor comenzó hace tres años con un problema doméstico. Luciana Pace tenía tanta ropa acumulada que la de su marido ya no tenía espacio. Entonces, empezó a vender. Vendió tanto que lo transformó en un negocio. Cada mes, su empresa recibe más de 500 mil visitas. “No existe un perfil específico de clientas. Pero al existir tanta variedad de marcas de primera línea y a muy buenos precios, la vendedora se transforma en compradora sin querer serlo. Son mujeres que quieren renovarse y hacerlo de una manera cómoda y económica”, dice Pace.

No existe un solo modelo. Algunas ferias compran la ropa y la venden. Otras ofrecen la plataforma para contactar compradoras y vendedoras. Todas ofrecen la opción de devolver la ropa y, por lo general, las comisiones que cobran van del 25 al 20 por ciento.

Regina Bracco es la fundadora de Be Hunters. Ofrece sus “pre loved clothes” desde mayo de este año y ya lleva un promedio de 400 prendas por mes. “Las clientas que compran muchas veces también venden –explica–. Es algo que promovemos, por ejemplo, dando la posibilidad a las compradoras de elegir cobrar en crédito online en la tienda. Son clientas que buscan marcas, pero en general usan poco la ropa y se rehúsan a pagar los precios de hoy por prendas que van a usar un par de veces”.

Dos meses antes de Be Hunters, abrió Vestireta y crece a un ritmo de 35 por ciento cada mes. Ahí, el objetivo son los chicos: los zapatitos que el nene usó apenas un mes, el buzo que le trajeron de afuera y no le quedaba, una remera que está como nueva o el vestido que no le gustó. Al igual que las otras tiendas ofrecen primeras marcas y en excelente estado. Y por supuesto, también el anonimato virtual.

Usada, pero en excelente estado

Números

Según los entrevistados, las mujeres gastan el 40% de sus ingresos en ropa, pero sólo utilizan un 20% de lo que compran

Alcance

Las ferias americanas tradicionales sólo permitían alcanzar a un público geográficamente cercano. Sus modernas versiones online no tienen casi límite

Modelo de negocios

En algunos casos el sitio se queda con el 25% de la venta. En otros cobra por publicar el aviso. En el caso de la ropa para chicos, Ropanroll le compra las prendas directamente a los interesados en vender y luego las vende en su sitio

Público

Según los entrevistados, las mujeres que usan estos sitios son jóvenes y pragmáticas. Además, claro está, buscan reducir sus gastos en vestimenta. La ropa que venden debe ser de marca y estar en excelente estado

Otras opciones

Los grandes sitios de ventas online como Mercadolibre, OLX y alaMaula han visto crecer también las ventas de ropa.
Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/consumo-feria-americana-internet_0_1464453571.html

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