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viernes, marzo 29, 2024
Horóscopo 2016 por Ludovica Squirru

Horóscopo 2016 por Ludovica Squirru

El tránsito entre el año de cabra de madera y el de mono de fuego que comienza el 8 de febrero no será fácil para los habitantes del mundo, según el libro de predicciones del horóscopo chino de Ludovica Squirru, que vaticina un 2016 poco fértil, que afectará la salud de grupos numerosos, con lluvias y complicaciones para el medio ambiente, pero también servirá para transformar rumbos y aprender a ser más humanos.

«Todos los años chinos son una continuidad del anterior, no viene nada de lugares remotos del planeta, venimos de años donde el mundo ha cambiado sistémicamente en todo sentido, social y geopolíticamente y sobre todo, estamos en un momento de transición planetaria fuertísima, de cambios de clima, culturales y humanos», dice Squirru a Télam, minutos previos a la presentación de su libro que, luego de siete años, lo vuelve a lanzar en Buenos Aires.

«El año del mono del fuego -explica apasionada- va a ser la consolidación de todo lo que se fue gestando y se va a ir concretando, con nuevas formas y paradigmas de vida, de maneras de insertarnos en la sociedad, de reinventarnos, refundarnos, de inventar cosas que quizás uno pensaba que nunca las iba a hacer, pero para sobrevivir a toda esta gran crisis planetaria dependerá de las herramientas de cada ser humano para ver cómo sigue».

Como todos los años desde 1984, Squirru (nacida en 1956 y mona de fuego al igual que el 2016 venidero) publica su emblemático libro de astrología.

Con técnicas basadas en la astrología oriental, la lectura del I-Ching y las constelaciones familiares, Ludovica, una actriz descubierta por Tato Bores y devenida en una celebridad del oráculo chino, predice con lucidez y lirismo, pero sin complacencias.

«Para los chinos el mono es el signo dual, del bien y del mal, del Ying y Yang, dicen que Buda era mono en el horóscopo chino. El 2016 será un año donde uno va a identificarse con una de esas dos posturas, va a salir afuera lo mejor o lo peor de uno», agrega.

Es que, según Squirru, la energía de este año va a «ser Yang, es decir incendio, no solamente incendio por cosas malas, también por sequías o trastornos de la tierra. No es un mono suave, es un mono con navaja, un mono que viene a cambiar el rumbo de la humanidad. No te voy a decir que se van consolidar los próximos cien años, sino que 2016 va a haber grandes rasgos para que sepamos por dónde vamos a ir».

Sus predicciones, a nivel general, pero también de cada animal del zoo, lejos están de ser complacientes. El año chino que comenzará el 8 de febrero de 2016 (4714 en el calendario chino), durante un año «ciego», es decir que la primavera china, que inicia el 4 de febrero, ocurrirá aún dentro del año de la cabra. Eso significa que el 2016 «no será un año fértil, sino un año de clima difícil para la agricultura y la economía de los países que están del Suroeste hasta una parte del Oeste», escribe.

En su libro publicado por Ediciones Urano, el lector no sólo encontrará las predicciones de su signo chino, también las características de cada animal de esto zoológico y artículos más específicos de Flavia Canellas Grinberg, Miguel Grinberg, Cristina Alvarado y Ana Isabel Veny, además de testimonios de personalidades en relación a su animal.

El «ejemplo más válido», indica, de lo que será este 2016 es remitirse al último año signado por el mono de fuego: 1956, días sacudidos por el rock and roll que cruzó las fronteras de Estados Unidos para conquistar al mundo y la televisión se modernizó, pero fue un año «bélico». Para este futuro inminente, el libro de Ludovica predice que el enemigo serán las «enfermedades por culpa de la decadencia» y un «año de lluvias, huracanes e inundaciones» y subraya: sólo el uso de técnicas sustentables serán de ayuda.

Y se pregunta: ¿El universo está cobrando peaje a la raza humana o inhumana en la que la mayoría se ha convertido? Nadie se salvará si no se salva a sí mismo. Renunciar es a veces el camino para transitar lo que nos iguala a los mortales y no sentirnos superiores, ni inferiores en la condición humana».

Será 2016, dice Ludovica, un año en el que los militantes de la ecología «encontrarán eco» para empezar una etapa de «grandes planificaciones de los recursos naturales» y también «renacerán las letras, el arte, la magia como posibilidad de inspiración con el prójimo».

Una problemática que Squirru propala en varios pasajes de su libro es la violencia de género. Tomando como referencia antiguas mitologías y los escritos del filósofo austríaco Rudolf Steiner (1861-1925) como el célebre «Atlántida y Lemuria», publicado en 1911 que combina investigación con información de eruditos, científicos y psíquicos para analizar la desaparición del continente de Lemuria y su relación con Atlántida, Ludovica expone su mirada.

«Los lémures -dice- eran mujeres que sólo transmitían a través de la imaginación y de la telepatía y vivían en comunidad. Los mitos ancestrales hablan que el poder solar es de la mujer, no del hombre, quien se apropió de ese poder solar. Ya nos mienten desde tiempos ancestrales».

Y sigue: «Entonces, el satélite es el hombre, que es la luna. Esto es un cambio total de conciencia y ese cambio trae ira acumulada. El hombre, en el fondo, envidia a la mujer por la capacidad que tiene de hacer tanto simultáneamente, además de haber salido de la del ámbito doméstico. Y eso al hombre lo ha descolocado de tal manera que le produce ira, no lo puede digerir. Esa ira está saliendo de la época de las cavernas, es ancestral».

«Mujeres y hombres tenemos un rol importantísimo. Somos pares, pero todo está muy desbalanceado. Si no hay gente que se ocupe de hablar de educación sexual en las escuelas primarias, en las casas, va a estar cada vez peor. Si hay gente que quiere que cambie esta historia de femicidios, todo irá mejorando de acá a cien años, no mañana ni pasado. Es nuestro deber hacer lo que podamos», insta.

Año de enfermedades y conflictos, de infertilidad e inundaciones, pero en este 2016 «el mono de fuego nos purificará con su energía Yang, eficacia, espíritu rebelde y revolucionario y nos sacudirá las últimas dudas del año caprino. El mono es un signo decidido, es líder, tiene carisma y capacidad de convocar. Entonces, uno se alinea o no. Sin duda va a haber energía en movimiento», vaticina Ludovica, esta «última romántica del apocalipsis», como se define.

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