La condena y las acusaciones

Imran Khan y su esposa fueron sentenciados a 17 años de prisión por un tribunal pakistaní, acusándolos de haber vendido regalos oficiales recibidos de dignatarios extranjeros, a precios muy por debajo de su valor real.

Los detalles del caso

Durante su gestión, la pareja fue señalada por declarar que los obsequios, incluyendo joyas del gobierno saudí, tenían un valor de poco más de €8,500, en contraposición a su verdadero valor de mercado, que ascendía a €244,700. Esto les permitió adquirir dichos bienes a un costo reducido, generando así la acusación de corrupción.

Reacciones de los involucrados

El abogado de Khan, Salman Safdar, anunció su intención de apelar la decisión judicial. Mientras tanto, el portavoz de Khan, Zulfiquar Bukhari, criticó la sentencia, argumentando que se ignoraron principios básicos de justicia. En su declaración, sugirió que la culpabilidad fue impuesta sin pruebas claras de intención o lucro.

La respuesta del partido PTI

La oposición política, encabezada por el partido de Khan, PTI, calificó la sentencia como “un capítulo negro de la historia” y expresó su preocupación por la falta de transparencia en el proceso judicial. A través de su cuenta oficial en X, denunciaron que la familia de Khan no tuvo acceso al tribunal durante el fallo, lo que consideraron un juicio “en secreto y militarizado”.

Contexto político y futuro incierto

Khan, quien fue destituido en una votación de desconfianza en abril de 2022, todavía mantiene una base de seguidores significativa en el país. A pesar de no haber obtenido la mayoría en las elecciones de febrero de 2024, su partido protestó contra el proceso electoral, alegando que estuvo manipulado, afirmaciones que el gobierno desmiente.

Destacados de su carrera política

Desde su destitución, Khan ha denunciado que su salida fue parte de una conspiración respaldada por Estados Unidos, lo cual ha sido rechazado tanto por la administración estadounidense como por sus adversarios políticos. Enfrentando múltiples condenas desde 2023, Khan sostiene que estos cargos son un intento de frenar su carrera política y su influencia en Pakistán.