Recuerdos que Asustan: La Historia de Baobao

El aroma a tierra mojada tras la lluvia sigue acelerando el corazón de Baobao, una joven que, a sus 19 años, aún carga con los traumas de su experiencia en la Escuela de Educación de Calidad de Lizheng. Durante seis meses, Baobao vivió en un ambiente de terror, donde el miedo era constante y la disciplina militarista se impuso.

Relatos de Abusos: Golpes y Acosos

Investigaciones recientes han destapado denuncias de abusos sistemáticos en esa y otras instituciones de la misma red. A pesar de que el castigo corporal está prohibido en China, al menos 23 exalumnos relatan haber sido sometidos a golpizas brutales. «Cada momento fue agonizante», confiesa Baobao, quien admite haber pensado en el suicidio, una opción que algunos de sus compañeros intentaron.

El Lado Oscuro de la Disciplina

Una investigación de la BBC reveló cómo se hacía pasar por autoridades para secuestrar a jóvenes, llevándolos a estas instituciones con la promesa de reformar sus conductas. Los testimonios indican que el reconocimiento y la intervención por parte de funcionarios son casi inexistentes, permitiendo que estas prácticas violentas persistan.

Un Sistema en Crisis: Desafíos en la Regulación

El fenómeno de estas escuelas se presenta como una solución rápida para padres preocupados por la desobediencia o la adicción a internet. La presión social en torno al rendimiento académico en China provoca que muchos padres opten por enviar a sus hijos a estos lugares, donde las promesas de cambio terminan en dolor y abusos. Sin un marco regulatorio sólido, la existencia de estas instituciones se perpetúa.

La Promesa de Restaurar el Comportamiento

Las emociones se intensifican cuando Baobao menciona cómo su madre, desesperada, decidió inscribirla en la escuela, creyendo que la disciplina militar podría solucionar sus problemas. En las escuelas, los estudiantes enfrentan sesiones de entrenamiento extremo y técnicas de control que poco tienen que ver con el bienestar educativo. La angustia se convierte en la norma.

Testimonios que Exponen la Verdad

Tanto Baobao como Enxu, otra sobreviviente de esta red, han tomado la valiente decisión de compartir su experiencia. Enxu, por ejemplo, fue víctima de abusos físicos y sexuales, mientras que Baobao describe cómo sus intentos de comunicarse sobre su sufrimiento fueron ignorados. La falta de comprensión por parte del personal educativo sólo intensificó su sufrimiento.

Demandas de Cambio: Campañas por la Conciencia

Enxu y sus amigos están ahora a la vanguardia de una campaña que busca el cierre de todas las escuelas disciplinarias. Usan las redes sociales para difundir su historia y recopilar pruebas de los abusos. Esta presión pública está dando visibilidad a un problema que ha permanecido en la sombra durante demasiado tiempo.

Ambas jóvenes coinciden en que estas instituciones no solo roban la infancia de los niños, sino que también rompen la confianza entre padres e hijos, poniendo en evidencia un sistema que requiere transformaciones urgentes para proteger a los más vulnerables.