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jueves, marzo 28, 2024

«Los controles de precios nunca sirvieron para bajar la inflación», según consultores

«Bajar la inflación es condición necesaria para volver a crecer. Sin bajar la inflación a los estándares de la región, hay bajas probabilidades de retornar al sendero del crecimiento perdido», indicó Economía & Regiones en su análisis, donde subrayó que «la inflación bajará sostenidamente en el segundo semestre y en términos anualizados se ubicará en el 25% si y sólo se ‘hacen las cosas bien'». El informe puntualizó que «recientemente, el presidente Mauricio Macri anunció que relanzará la Comisión Nacional para la Defensa de la Competencia, sosteniendo que su gobierno tiene la intención de ‘caerle duro a aquellos empresarios que han abusado de la posición dominante’, afirmando que “el Gobierno retomará controles en supermercados y otros establecimientos comerciales”. Al respecto, la consultora advirtió que «si el objetivo del nuevo organismo es realizar controles de precios, la medida podría resultar inútil o contraproducente». «En nuestro país, los controles de precios siempre fracasaron. Es más, los controles de precios nunca han servido para desacelerar la inflación en forma sostenida y genuina en ningún lugar, ni en ningún momento de la historia. Los controles de precios siempre terminan logrando el efecto opuesto al buscado ya que, al desalentar la inversión y la oferta, aceleran la inflación», afirmó el análisis. Para Economía & Regiones, «la inflación no tiene nada que ver ni con la concentración de mercado, ni con los formadores de precios». En ese sentido, aseguro que «la inflación no es responsabilidad del supermercadismo», y subrayó que «obviamente, la inflación no podrá ser combatida, ni reducida controlando a los supermercados». En cambio señaló que «la inflación se desacelerará si y sólo si el Banco Central hace bien su trabajo antiinflacionario; no hay otra opción». Al respecto, precisó que «el trabajo antiinflacionario del Banco Central tiene dos frentes: atacar el stock de sobrante de dinero en circulación de $ 200.000 millones heredado de la administración K (kirchnerista), y preocuparse por emitir poco en 2016». Con todo, subrayó que «el cumplimiento de la actual pauta de inflación de 25% exigiría que los agregados monetarios no crecieran más del 15% en 2016, es decir se necesita que el ritmo de emisión sea menor que el crecimiento del PBI nominal». Sin embargo, puntualizó que «las necesidades de financiamiento podrían poner en jaque la política monetaria antiinflacionaria del Banco Central, obligándolo a emitir más para financiar al Tesoro». En este marco, precisó que «en 2016 se necesita colocar deuda por un piso de U$S 025.000 millones, para cumplir con ambas cosas: cronograma fiscal y pauta de inflación». No obstante, alertó que «aún arreglando con los holdouts, existe el riesgo que Argentina no pueda emitir toda la deuda necesaria». Así remarcó que «si no se puede emitir toda la deuda necesaria, la política se torna inconsistente dado que impide cumplir con el programa fiscal y porque mantener la inflación baja, exige elevar más la tasa de interés y deja de ser óptimo, ya que como contrapartida aumenta el desempleo». «En ese escenario, la puerta de salida termina siendo un Banco Central emitiendo más, con lo cual la tasa de inflación promedio anual se eleva por encima de la meta del 25%», concluyó Economía & Regiones.

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