La cantante, tras su posado fotográfico, ha decidido abandonar California para trasladarse a su ciudad natal, Kentwood, en Louisiana, donde permanecerá con su madre hasta el nacimiento del bebé. Las acompañara su marido, Kevin Federline, tras cerrar su hogar en Malibu.

Se ha hablado mucho del estado anímico de la cantante en los últimos tiempos. Recientemente, en un programa de TV rompió a llorar sin motivo aparente.

Al parecer, los rumores sobre un hipotético distanciamiento de su marido le afectan mucho. Durante su entrevista televisiva desmintió que exista ningún tipo de crisis entre ambos.

La cantante, quien muestra un aspecto muy saludable en el reportaje que publica Bazaar, ha sido muy criticada por el comportamiento negligente que observa con su hijo, Sean Preston