UNA NIÑA DARIA A
LUZ A SU PROPIO HERMANO
Una madre donó sus óvulos
para que sean congelados y así pueda usarlos en el futuro su hija,
quien tiene siete años y le detectaron una extraña enfermedad que
afectará su capacidad reproductiva. Estiman que en 20 años la
pequeña deberá decidir si los usa, lo que plantearía que su hijo o
hija sería además su medio hermano
Una niña, cuya madre decidió
congelar sus óvulos para que su hija, afectada por una
enfermedad que la dejó estéril, pueda utilizarlos cuando sea adulta,
podría dar a luz a su medio hermano o media hermana en caso de
aceptar el donativo, dijeron hoy especialistas canadienses.
Los especialistas señalaron que una mujer canadiense decidió
congelar sus óvulos para que una de sus hijas, quien actualmente
tiene siete años y padece una enfermedad que le
provoca esterilidad, pueda utilizarlos en el futuro.
En caso de que la pequeña acepte el "donativo" de su madre y
concrete exitosamente la gestación, dará a luz a un hijo o
hija que será, también, su medio hermano o medio hermana.
Con anterioridad, algunas madres habían prestado sus úteros a sus
hijas para gestar a sus nietos pero no sus óvulos
El anuncio fue hecho por
investigadores del
Centro de Medicina Reproductiva McGill de la ciudad canadiense
de Montreal, durante el encuentro anual de la Sociedad Europea de
Reproducción Humana y Embriología, celebrado en la ciudad francesa
de Lyon.
Los científicos calificaron como un acto de "amor materno",
el hecho de que Melanie Boivin, de 35 años,
congelara sus óvulos para que su hija Falvie pueda
tener descendencia si lo desea.
La niña padece el
síndrome de Turner, una patología en la que falta uno de los dos
cromosomas X que define el sexo femenino e impide que los ovarios
funcionen correctamente, informó el diario español El Mundo.
En el centro McGill, especializado en esos temas, Melanie se sometió
al proceso normal de extracción de óvulos que fueron
vitrificados -una técnica de congelación con nitrógeno
líquido-, hace seis meses y que serán conservados durante los
próximos 20 años a la espera de que la pequeña tome una decisión.
Las células reproductivas maternas no tienen ninguna ventaja frente
a otras y, a diferencia de la médula ósea u órganos como los
riñones, no requieren un grado de compatibilidad determinado para
que la operación tenga éxito.
Los mismos especialistas habían anunciado ayer el nacimiento del
primer bebé de probeta creado a partir de un óvulo madurado en
laboratorio y luego congelado, ocurrido en Canadá.
Mediante esa novedosa técnica, se evita la fertilización con
estimulación ovárica, convirtiéndose en una alternativa para las
mujeres que no pueden aplicarse hormonas, como aquellas que padecen
cáncer o las que no se encuentran aptas para los tratamientos "in
vitro" normales.
Hananel Holzer, de McGill, dijo que la investigación está aún en
primera etapa y no fue probada en pacientes con cáncer, quizás las
principales beneficiarias de este método
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