COMO RECONOCER LA
BRONQUITIS
Las autoridades de salud advirtieron a
la población, hace unos días, que se espera que en la última semana
de junio y en la primera de julio haya un brote de Enfermedades
Respiratorias Agudas Bajas (IRAB). Por eso, los
especialistas aconsejan informarse para poder tomar las medidas de
prevención necesarias
Manuel Rocca Rivarola, jefe del Servicio
de Pediatría y jefe del Departamento Materno Infantil del Hospital
Universitario Austral, dio una serie de pautas y consejos para
evitar la bronquiolitis en los más chicos, y para conocer los pasos
a seguir si se presenta la enfermedad.
En principio, explicó que la
bronquiolitis es una infección respiratoria viral que afecta
a niños hasta los 2 años de edad, especialmente a los menores de 6
meses. En nuestro país se presenta con frecuencia en los
meses de invierno, colapsando los centros de salud.
La mayoría de estos cuadros (el 80%) son causados por el virus
sincicial respiratorio, aunque también pueden ser originados por el
adenovirus, influenza, parainfluenza y metaneumovirus.
Las preguntas más frecuentes
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
Según explicó el especialista, son "la prematurez, la desnutrición,
o enfermedades crónicas como cardiopatías congénitas, entre otros".
¿Cómo se manifiesta la
bronquiolitis?
El cuadro clínico habitual comienza con síntomas de infección en las
vías respiratorias altas, de 1 a 3 días, con secreción y
congestión nasal, tos y eventualmente fiebre. Luego, se
presentan síntomas de infección respiratoria baja:
respiración acelerada (taquipnea), retracción costal (tiraje),
respiración ruidosa y silbido en el pecho o sibilancias. La
duración de este cuadro es variable, pero su máxima gravedad
se presenta en general al quinto día. En niños
menores de 2 meses, el cuadro es más severo y puede debutar con
apneas (pausas en la respiración).
¿Qué determina la gravedad del caso?
Se mide por el grado de dificultad para respirar, que genera
complicaciones en la alimentación y en el sueño. Esto lo
debe determinar, indefectiblemente, un profesional idóneo. Rocca
Rivarola aclaró que una vez contraída la enfermedad, es poco
lo que puede hacerse: simplemente dejarla que siga su curso y
comenzar con el tratamiento.
¿Cómo hay que actuar en
los casos que no requieren internación?
En los cuadros leves a moderados, si es un bebé el afectado, el
especialista recomienda mantener la lactancia en la medida
de lo posible, administrándola muy cuidadosamente para disminuir el
riesgo de aspiración, debido al mayor número de
respiraciones por minuto del recién nacido. Podrán emplearse,
además, antitérmicos como el paracetamol o el ibuprofeno en
niños mayores para disminuir la frecuencia respiratoria. En
todos los casos, se aconseja mantener las fosas nasales
limpias de secreciones para no obstruir el paso del aire.
¿Y en los casos en los
que se deba dejar al niño internado?
Se debe dar oxígeno suplementario. Para ello, se
emplean broncodilatadores en nebulización o aerosoles presurizados y
aerocámara. El tratamiento es claramente de soporte. No hay
un tratamiento efectivo en la fase aguda, aparte del suplemento de
oxígeno, las aspiraciones nasales, la hidratación y el confort del
niño.
¿Qué hay que evitar cuando se presenta un cuadro
sospechoso?
En estos casos no se recomienda el uso de jarabes para la
tos o descongestivos, y el especialista señaló que
actualmente es discutido el uso de corticoides por vía oral.
¿Qué recomienda para prevenir la bronquiolitis?
La prevención comienza muy temprano:
* Controlar el embarazo desde el primer trimestre
para prevenir el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer.
* La lactancia materna.
* Vacunación completa.
* Evitar la contaminación domiciliaria
(cigarrillos, braseros).
* Efectuar la consulta médica ante tos,
irritabilidad, rechazo de la alimentación, fiebre y dificultad
respiratoria.
* Realizar los controles médicos solicitados.
Por otra parte, la Inmunoglobulina
anti VSR palivizumab puede utilizarse como profilaxis en lactantes
de muy alto riesgo. Consiste en la aplicación de una inyección
intramuscular mensual y ofrece una protección parcial.
Puede considerarse para lactantes con alto riesgo de
prematurez extrema, cardiopatía congénita acianótica y enfermedad
pulmonar congénita
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