"Es imposible encasillarlo. Fue el jugador que definió de las mejores y de las peores formas. Fue el delantero de movimientos lentos y emociones rápidas. Fue más que el máximo goleador de la historia de Boca. Fue el gladiador que resucitó mil veces. Más que un ídolo. Palermo ya es leyenda. Es el Titán que se sobrepuso a todos los obstáculos del deporte, de la salud, de la vida? y volvió a la cancha. Y convirtió. Él pudo con todo. Se le cayó una pared encima, superó graves lesiones de rodilla, enfrentó las críticas y las burlas del público y el periodismo, convirtió goles horas después de la muerte de su hijo, pateó un penal con las dos piernas juntas. Un cabezazo suyo fue récord Guinness. Y cuando todos le pedían que se quedara, se retiró; ahora, en la cima de su gloria, escribió esta autobiografía para contar todo y más. ¿Qué le dijo Bielsa luego de errar tres penales en la Copa América de 1999? ¿Por qué se lleva mal con Riquelme? ¿Tanto era el odio que se tenían con los Barros Schelotto en La Plata? ¿Por qué un verano casi quiebra a Mauricio Macri de una patada? En estas páginas cuenta su vida uno de los jugadores de fútbol que más asombro y admiración ha causado en la gente. Es la historia del Titán. ... de Palermo sólo hay buenas referencias: es un jugador que tiene todo a favor. En un ambiente con mucho individualismo y donde la mayoría vende humo, él es leal, deja su corazón en la cancha y está tocado por el Barba con una varita mágica a la que nunca se le termina la pila. Diego A. Maradona Los detractores lo nutrieron. Las lesiones lo hicieron descubrir sus reservas morales. Su carrera fue un eterno recomenzar y logró conseguir lo que se había propuesto gracias a su convicción. Se convirtió en el mejor y el más regular goleador de los últimos quince años en los campeonatos argentinos. Carlos Bianchi

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