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Por sus treinta años, la Feria del
Libro tira la casa por la ventana
La
Feria del Libro, en su trigésima edición a desarrollarse entre el 13
de abril y el 9 de mayo en el predio de la Sociedad Rural, abrirá sus
puertas con un objetivo central: batir récords de asistencia y venta
de ejemplares. Para eso no sólo le añade cinco días al calendario
ferial y le suma 10.000 metros cuadrados a los 25.500 del 2003, sino
que aumenta notablemente su oferta de actividades culturales. Con
esto, la Feria se consolida como el mayor acontecimiento de la
industria editorial del país y la más grande en el mundo
hispanoamericano.
UN LARGO CAMINO.En lo referido a la
cantidad de público, la edición 2003 atrajo a 1.200.000 visitantes,
cifra insospechada en la primera de 1975, cuando la transitaron
140.000 personas, y los más de 1000 actos de la actualidad eran apenas
50. Pero la Feria ha recorrido un largo camino y ha sorteado con éxito
los cataclismos políticos y económicos que sacudieron el país en estas
tres décadas.
Muchos de los escritores que firmaron sus libros en aquel lejano 1975
ya no están; algunos fallecidos de muerte natural, otros violentamente
en los años de plomo. Unos y otros -de Jorge Luis Borges a Rodolfo
Walsh, de Adolfo Bioy Casares a Haroldo Conti, de Manuel Mujica Láinez
a Francisco Urondo-, alejados por sus ideas y entrelazados en el vasto
universo literario, son siempre recordados en esta exposición plural.
También han desaparecido editoriales, librerías, y muchos títulos
fueron tragados por el olvido, justa o injustamente según los casos.
Incluso, no pocos de sus detractores de antaño se convirtieron en los
entusiastas habitués de los últimos tiempos.
APROVECHANDO EL BOOM. Ahora, bajo el
lema de "30 ferias a libro abierto", la muestra se larga con una
industria editorial en alza. Por eso, considerando los 14.000 títulos
editados en el 2003, cobran especial importancia las Jornadas de
Profesionales del Libro, para las que llegarán del exterior unos 8.000
editores, libreros, bibliotecarios y distribuidores.
En lo referido a los escritores extranjeros, Augusto Roa Bastos, por
su delicado estado de salud, es el único que no podrá venir. A los
nombres de Fernando Savater, Antonio Skármeta y el británico David
Lodge (ver "Visitantes ilustres"), hay que agregar —entre otros— los
del mexicano Carlos Monsivais, el italiano Pino Boero, el portugués
Antonio Lobo Antúnez, la francesa Elizabeth Roudinesco, el brasilero
Iván Junqueira, la colombiana Laura Restrepo y el español Arturo
Pérez-Reverte, quien presentará "El caballero del jubón amarillo",
donde retoma las andanzas de su célebre Capitán Alatriste. Las cartas,
entonces, ya están echadas. La Feria celebrará su 30 edición en
consonancia con su exhuberante historia, la que hace de ella un
reservorio palpitante de la cultura, ese hueso duro de roer para
quienes la vapulean con un entusiasmo digno de mejores causas.
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