La Selección goleó 6 a 0 a Serbia y Montenegro

La Selección goleó 6 a 0 a Serbia y Montenegro con tantos de Delgado, Christian González, Tevez (2), Heinze y Rosales. Jugó mucho mejor ante un rival con muchas limitaciones y dio el paso inicial hacia su gran objetivo: la primera medalla dorada olímpica para el fútbol argentino.

Más no se le podía pedir a la Selección en este debut en los Juegos Olímpicos, donde el fútbol argentino busca la primera medalla dorada de su historia. El equipo mostró la dinámica y el buen juego de sus mejores días y marcó claras diferencias ante un rival que no mostró argumentos pero que, en los papeles, aparecía como el más difícil de su grupo. Goleó 6 a 0 con goles de Delgado, el Kily González, Tevez (2), Heinze y Rosales y no dejó dudas sobre su superioridad.

El partido comenzó con Argentina metiendo presión en toda la cancha, como siempre. D’Alessandro, Tevez y Luis González empezaron a establecer los primeros circuitos de buen juego, que los serbios intentaron cortar con infracciones, algunas demasiado fuertes. Y César Delgado, que tuvo una gran actuación, se hacía muy peligroso con sus avances por la derecha.

Las primeras opciones aparecieron de la mano de Tevez (tras una muy buena habilitación de Coloccini) y Rosales, que pusieron a prueba los reflejos del arquero Milojevich. Argentina era mucho más en el juego y, aunque no podía abrir el marcador, ya parecía en condiciones de golear.

A los 10 minutos se hizo justicia, con una jugada bárbara de César Delgado, a esa altura el mejor del equipo. Hizo una jugada bárbara y definió con un tiro cruzado que se coló contra el palo izquierdo. Era 1 a 0 y ya había sabor a poco.

Después hubo tiempo para que los serbios dieran un par de sustos, pero Argentina respondió con absoluta contundencia. Fue a los 16 minutos, luego de una pared entre Christian González y D’Alessandro que el Kily liquidó con un toque suave abajo ante la salida del arquero para establecer el 2 a 0.

Era tal la superioridad argentina que los jugadores ni siquiera protestaron cuando el árbitro dio fuera del área el claro penal que le cometieron a D’Alessandro. La propuesta del equipo de Bielsa, con tres delanteros bien marcados y dos creadores de juego, funcionaba a la perfección. Y además, ante cualquier distracción de la defensa y el mediocampo, estaba Mascherano para cortar cualquier posibilidad de peligro.

El tercero parecía al caer en cada intento ofensivo de Argentina. Aunque Delgado hubiera perdonado una pelota que le quedó picando en el área o el travesaño impidiera otro gol del Kily a la salida de un corner. Y llegó nomás a los 41 en una típica jugada de Carlitos Tevez, enganchando, corriendo paralelo a la línea del área y sacando el latigazo cruzado al segundo palo. Otro golazo.

Y enseguida cayó el cuarto, que remarcaba la ya muy clara superioridad argentina. Fue otra vez de Tevez, en un anticipo ofensivo. Argentina mostraba todo lo que podía dar, como para ratificar que no le pesa el papel de favorito.

El segundo tiempo, con los dos equipos conscientes de que la historia estaba liquidada, tuvo ritmo de partido de entrenamiento. Algunos jugadores argentinos aprovecharon para dar espacio a algunos lujos y la mayoría empezó a regular el ritmo. Salvo Mascherano, que siempre juega en serio y va a todas.

Después, como al descuido, llegó el quinto después de un corner que cabeceó Heinze para dar su primer grito con la camiseta argentina. Ya habían entrado Saviola por D’Alessandro y Medina por Tevez. Como había pasado con este equipo en la Copa América, cuando en el debut también hizo media docena (a Ecuador), todo era a pura orquesta. Y en eso Rosales puso el sexto con un toque al arco vacío.

Las únicas incógnitas para Argentina aparecen por saber cuál es el verdadero peso de su victoria de hoy. La Selección mostró un muy buen nivel, pero ante un rival que no tuvo ninguna respuesta futbolística. Ahora habrá que ver cómo sigue la historia, aunque nadie le quite a este equipo en busca de revancha su derecho a soñar

Fuente: clarin.com

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