Los ojos del mundo hoy están en Madrid: se casan Felipe y Letizia

Ha llovido casi toda la noche en Madrid y se espera que los chaparrones se repitan hasta pasado el mediodía, empapando a los invitados que asistirán al enlace del príncipe heredero y Letizia Ortiz. Hace 98 años que no había una boda real en la capital. La ceremonia comenzará a las 11 en la catedral de La Almudena y la alfombra roja que conecta la puerta principal del templo con el Palacio Real estaba hecha sopa, pese a que fue cubierta con plásticos y enjugada —sin éxito— con aspiradoras.

El cortejo, encabezado por Letizia del brazo de su padre, es muy posible que tenga que llegar en unos Rolls-Royces que han preparado por si sigue la lluvia, como se augura en un 80%. Los meteorólogos optimistas pronostican que el tiempo puede mejorar cuando la pareja, ya casada, inicie su recorrido de 9 kilómetros por las calles de Madrid, donde se espera una multitud de medio millón de personas.

Lo que no consiguieron los fuertes chaparrones en la tarde y noche de ayer fue dejar en casa a miles de madrileños y visitantes que llegaron hasta la zona céntrica pertrechados con paraguas e impermeables. La visita no fue bienvenida por las autoridades porque temen que las aglomeraciones generen problemas en el estricto dispositivo de control y vigilancia. Durante toda la jornada se informó por radio y televisión que la iluminación de edificios y monumentos había sido suspendida "por razones de seguridad" después de que 300.000 personas generaron un tremendo caos en el centro de Madrid en la noche del jueves.

Los atascos se prolongaron hasta las 4 de la madrugada de ayer y para entonces ya se había atendido a más de 60 personas afectadas por crisis de ansiedad, lipotimias y caídas sin demasiadas consecuencias. Todo esta dispuesto y, pese a la lluvia, algunas personas ya se habían instalado en la tarde de ayer detrás de las vallas en la Gran Vía para tener un lugar de privilegio desde donde contemplar el paso del Rolls-Royce tipo "Papamóvil" que transportará a los Príncipes de Asturias entre el Palacio Real y la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, donde Letizia ofrendará su ramo de novia a la Virgen.

Funciona a pleno el operativo de seguridad con 24.000 efectivos y 200 tiradores de elite en los tejados y ahora se espera que todo marche bien para complacer a los 1.200 millones de espectadores de todo el mundo que seguirán por televisión la ceremonia y el paseo de los novios.

La lluvia ha castigado sin piedad a adornos y arreglos. Pese a los chubascos se repartirán, como estaba previsto, 180.000 abanicos con el logotipo de la boda. Todas las arterias céntricas y el recorrido de la pareja quedaron sellados desde las 9 de la noche de ayer, pero a la Policía le fue muy difícil evitar que se "colaran" visitantes inesperados.

El gobierno socialista reveló un notable entusiasmo por la monarquía en un comunicado donde exalta el papel del rey y condecora a Letizia con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, máxima distinción civil en España. Los principales invitados extranjeros terminaron de llegar. Entre otros, el príncipe Carlos de Gran Bretaña, Nelson Mandela, el príncipe de Holanda y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta; la princesa Carolina de Mónaco y su hermano el príncipe Alberto; los reyes de Suecia, Noruega, Holanda, Bélgica y la reina de Jordania. También llegaron los presidentes de Colombia, El Salvador, Panamá y Nicaragua.
 

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