Día de la Primavera: Con lluvia y mucho control, esta vez los
festejos fueron tranquilos
El día fresco (y
por momentos con llovizna) no desalentó a los miles de jóvenes que
cumplieron con su ritual de festejar el inicio de la primavera. Los
bosques de Palermo, los parques Sarmiento y Roca, y las costaneras
Sur y Norte, fueron los centros elegidos por unos cien mil chicos,
según estimó la Policía. Esta vez, el Gobierno porteño dispuso de un
operativo que apuntó en dos direcciones: hacer cumplir la
prohibición de vender alcohol a menores y también a procurar que
esos espacios verdes amanezcan hoy con la menor cantidad de basura
posible. El resultado: hubo una fiesta más tranquila que en otros
años.
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La avenida Sarmiento fue la vía principal elegida por los chicos
para llegar a los bosques: en Plaza Italia confluyeron los llegados
desde la estación Palermo del San Martín y los provenientes de
Constitución, que combinaron con el subte. La mayoría de los pibes
que llegaron a Palermo vino del conurbano bonaerense.
Uno de los grupos lo forman chicas de la Escuela Media Nº 3 de
Sarandí. "Yo vivo en Lanús, yo en Wilde, yo en Domínico", gritan
tapándose. "¿Puede poner que amo a Martín Dufei?", pregunta
Ximena Acosta.
Emanuel, Carlitos ("sí, como Tevez") y sus amigos tomaron el
colectivo 203 y después el tren. Vienen de San Miguel. "¿De qué
colegio somos? No, yo no estudio", dice Emanuel. "A mí me echaron",
agrega Carlitos. En ese instante se les acerca una promotora y les
da preservativos. Uno de los chicos muestra su bolsillo: juntó una
veintena. "Los voy a vender en el barrio", adelanta.
Cerca de allí —zona Planetario— apareció Ginés González García, el
ministro de Salud de la Nación. "¿Quién es?", se le escuchó a un
chico. "Qué sé yo, Grondona", respondió otro. Sobre Sarmiento se
estacionaron 10 combis del Ministerio de las que descendió un
regimiento de promotoras: en Palermo, informaron, repartieron 50
mil preservativos de la campaña "El Sida no discrimina". La
campaña incluyó la presencia fugaz de cuatro actores de Los
Roldán. Facundo Espinosa, Luciano Castro, Bárbara Lombardo y
Lola Berthet bajaron de una 4x4 con vidrios polarizados, caminaron
diez metros rodeados por guardaespaldas y policías, saludaron al
ministro. Enseguida, huyeron en dirección a la 4x4 antes de que los
aplasten.
Temprano, unos 120 beneficiarios de planes sociales, coordinados por
la Dirección de Espacios Verdes porteña, entregaron a los chicos
unas 5.500 bolsas de residuos. La intención fue buena pero
con las horas, su efecto se diluyó. Cerca de las 14, el operativo se
trasladó a otras plazas del sur de la Ciudad y precisamente a esa
hora se produjo el arribo masivo de estudiantes a Palermo.
Los vendedores ambulantes vivieron una gran jornada. Juan
Carlos Mareco ("me llamo así, no es joda") despachó rápidamente las
40 cajitas de facturas que elaboran en el Centro de Rehabilitación
de Drogadependientes "La Capilla", en Florencio Varela. Alejandro
González, "un albañil desocupado", también la pegó con la venta de
tres claveles a $ 2. Otros vendedores se abusaron:
$ 2,50 la gaseosa de 600 cm3.
Unos 49 inspectores de Control Comunal procuraron que no se
vendiesen bebidas alcohólicas. Hicieron la vista gorda, en cambio,
respecto a la venta ambulante en sí. A unos ocho vendedores se
les decomisó alcohol.
Ximena López, del barrio de Boedo, y Cintia, de Constitución, se
hicieron amigas de un grupo de chicos de San Martín. Tres policías
les revisaron los bolsos. No quedó claro el motivo de la requisa:
"Nos preguntaron si le habíamos robado la gorra a un chico", contó
extrañado uno de los pibes. Con los policías ya lejos, los chicos
continuaron tomando mate y bebiendo un tinto en caja, marca Casa de
Troya. "Es nuestro yogur", apuntó uno.
La prohibición de vender alcohol a menores no impidió, claro, que se
viesen cajitas de vino, ni envases de gaseosas sin gaseosas adentro.
El control tuvo un efecto: con las horas, el stock de alcohol
traído de otros lados se fue agotando y para colmo, no había dónde
comprar hielo.
Sobre una calle interna de los bosques, Defensa Civil trajo 50 baños
químicos. Aunque las cabinas llegaron un poco tarde: 15 horas. A esa
hora, ya se habían escuchado quejas de los chicos por las radios y
la tele. También por iniciativa de la Ciudad, en distintos lugares
se entregaron remeras a cambio de bebidas alcohólicas: se
juntaron 100 litros.
La Policía Federal distribuyó 650 agentes en los principales
parques. Se informó que sólo hubo 14 detenidos. "Nada", evaluaron
satisfechos funcionarios de la Secretaría de Seguridad porteña.
Las combis del SAME atendieron 29 casos, "todos sin importancia",
según se detalló.
Hoy, Palermo amanecerá con la resaca del festejo: en 2003, de los
lagos sacaron 2.620 bolsas y envases de plástico, 750 tetra y 2.360
botellas. Ahora, el saldo promete mejoras
Fuente: clarin.com
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