Desgarradora despedida a Nazareno Isern: La comunidad clama justicia
La tarde de hoy, familiares, amigos y vecinos se reunieron para rendir homenaje a Nazareno Isern, un joven de 21 años asesinado hace dos días en un brutal ataque en la colectora de la autopista Riccheri, en Esteban Echeverría.
El velorio tuvo lugar en el barrio Mataderos, donde el dolor reinaba entre quienes conocían a “Naza”. Un amigo cercano, Cristian Radzichewski, expresó: “Nazareno siempre fue un chico alegre y fiel. La llamada de su tía a primera hora de la mañana para comunicarme lo que había pasado me desmoronó”.
Una vida truncada y un legado de sueños
La sala velatoria San Gabriel se llenó rápidamente, evidenciando la tristeza y la furia de la comunidad, que exige justicia por la muerte de un joven lleno de expectativas. Entre los asistentes estuvo Kiara Alegre, quien presenció el crimen y afirmó: “Nos quitaron a un chico excepcional. Lo que sucedió es indescriptible”.
Reacciones de la escuela y amigos
Compañeros de Nazareno del Instituto Hermanos Amezola también se hicieron presentes. “Era espontáneo y un gran amigo. Estoy en shock, no puedo creer lo que ocurrió”, declaró un excompañero. La institución, por su parte, emitió un comunicado: “Nuestra comunidad acompaña en el dolor a la familia Isern por la pérdida de un querido exalumno”.
Un futuro apagado por la violencia
Nazareno planeaba estudiar locución en 2026 y había comenzado a organizar actividades para unir a amigos distanciados. Cristian, amigo de la familia, recordó: “Recorría las cercanías del Cerena y quería realizar una bicicleteada a Luján. Su espíritu de unión lo define”.
Un entorno peligroso y crecientes reclamos
Según relatos de un guardia de seguridad, “en la zona del Cerena hay una creciente actividad delictiva. Los delincuentes utilizan cuchillos y pistolas para asaltar a sus víctimas”. La comunidad ciclista, que en fines de semana suma cerca de 200 visitantes, reclama desesperadamente más seguridad, pues los robos son cada vez más comunes.
La crítica a las autoridades y la situación actual
“Nunca hemos tenido una garita de seguridad fija”, lamentaron ciclistas que utilizan la pista, exigiendo a las autoridades respuestas efectivas. Aunque fue asignado un patrullero para los fines de semana, su presencia es insuficiente ante el alarmante aumento de delitos.
Reflexiones sobre un futuro incierto
Juan Salvo, un ciclista que conocía a Nazareno, reflexionó sobre la situación actual: “Sabíamos del riesgo en esta zona. Este tipo de crímenes se han vuelto una realidad”. La comunidad, unida en su dolor, exige que no haya más víctimas y que se termine con la impunidad.
El hecho de violencia dejó una profunda huella en quienes lo conocieron y en una comunidad que anhela justicia. La historia de Nazareno es un llamado a la acción, un recordatorio de la necesidad urgente de abordar la seguridad en las calles y proteger a quienes practican deportes al aire libre.
