Oscar Ramírez: «Que se queden presos toda la vida; nada de aguinaldos»

El niño aseinado cuando el automóvil en que viajaba fue embestido por un grupo de ladrones en Ituzaingó tiene muerte cerebral y su «estado es irreversible», confirmó hoy el padre de la víctima. El adolescente de 12 años pasó las últimas horas en el Hospital Italiano raíz de la lesión grave que sufrió cuando el Ford Ka en el que viajaba junto con una mujer y sus dos hijos fue chocado por un automóvil robado en el que los asaltantes escapaban de la policía. «Todos los estudios que le están haciendo son para confirmar que está en estado irreversible. Que ya no hay vuelta atrás y que sólo un milagro lo puede salvar», sostuvo Oscar Ramírez, padre de la víctima, en la puerta del centro de salud. El hombre dijo: «Lo único que pido es que encuentren a los que se escaparon y que los dejen presos toda la vida». «Que la Justicia haga algo de lo que tiene que hacer, y nada de aguinaldos y sueldos», reclamó Ramírez en medio de la polémica generada por el fallo que ordena a los detenidos en cárceles federales cobrar esos beneficios laborales. «Que de una vez por todas (los jueces) se pongan las pilas», exigió, y agregó: «Basta de pasar por esto. Ya somos muchos». Anoche, cerca de las 21, un grupo de ladrones que se escapaba de la policía en un Chevrolet Onix robado chocó contra el Ford Ka que manejaba una mujer con tres niños, en la intersección de Segunda Rivadavia y Acevedo, en el partido bonaerense de Ituzaingó. La persecución duró alrededor de 20 cuadras y terminó en el lugar conocido como «la barrera de Acevedo», donde el Onix chocó al Ka que esperaba para girar. A raíz del impacto el niño de 12 años sufrió heridas graves y debió ser trasladado a un centro asistencial. Uno de los ladrones, de 32 años, fue detenido por personal de la comisaría 1ra. de Ituzaingó y quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 del distrito. Fuentes policiales identificaron al detenido como Claudio Soria, quien tiene antecedentes penales y gozaba del beneficio de la libertad condicional. El resto de los ladrones logró escapar corriendo al cruzar las vías del ferrocarril, segundos después de que pasara el tren de la línea Sarmiento.