Nuevos datos indican que los salarios fuera de convenio han superado al IPC por casi 8 puntos, marcando un cambio en las revisiones salariales hacia un sistema trimestral.
16.12.2025 • 08:52hs • Informe
El año 2025 marca un hito para los trabajadores argentinos, caracterizado por una desaceleración en la inflación que permitió a los salarios fuera de convenio recuperar parte de su poder adquisitivo, superando así al Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Según la Guía Salarial 2025-2026 de Adecco Argentina, que analiza datos de 305 empresas en 216 posiciones, los ajustes salariales promediaron un 36% anual. Esto contrasta con un IPC estimado en 28,2%, lo que resulta en un incremento real de 7,8 puntos por encima de la inflación, a diferencia del escenario de 2024 donde los sueldos habían caído por 7 puntos respecto del costo de vida.
Este cambio se acompaña de una reestructuración en las políticas salariales de las empresas, que están dejando atrás los aumentos mensuales en favor de revisiones más estables.
Revisiones salariales: del mes a cada trimestre
La baja inflación ha permitido a las empresas replanificar su estrategia financiera. Una de las transformaciones más significativas de este informe es la reducción en la frecuencia de los ajustes salariales.
En 2024, el 46% de las empresas realizaba revisiones mensuales. Actualmente, este porcentaje ha disminuido al 15,4%, mientras que el 42,3% de las compañías ha adoptado revisiones trimestrales como norma.
Para 2026, se anticipa una moderación adicional en los incrementos, que se proyectan entre 16% y 20%, manteniendo la preferencia por ajustes trimestrales, alineados con paritarias y el contexto macroeconómico.
Retención de talento: estrategias en juego
A pesar de la leve recuperación salarial, el Impuesto a las Ganancias vuelve a ser un tema candente. El estudio revela que solo el 12% de las empresas tiene políticas formales para mitigar este impacto, aunque muchos implementan tácticas de «alivio».
Absorción del impuesto: Algunas empresas asumen entre el 10% y el 50% de las retenciones para proteger el salario neto.
Beneficios no remunerativos: Se ofrecen complementos no gravados para preservar el poder adquisitivo del empleado.
Prorrateo: Distribución de las deducciones a lo largo de varios meses para evitar un golpe financiero.
Respecto a la retención de talento, el 28% de las empresas han implementado planes específicos centrados en compensación, bienestar y desarrollo profesional, buscando reducir una rotación actual que se sitúa en un sano 5,8%.
Una vuelta a la oficina: cambios en el entorno laboral
Un aspecto significativo en el salario emocional de los trabajadores es el notable retroceso en el trabajo híbrido. El 2025 se perfila como el año del retorno a la oficina.
Actualmente, el 58% de los empleados trabaja de forma presencial, un aumento significativo respecto al 48% registrado hace solo seis meses. La modalidad híbrida ha cedido 10 puntos, y de quienes aún realizan trabajo remoto, el 63% solo cuenta con un día de teletrabajo a la semana.
Oportunidades laborales: hacia qué perfiles buscan las empresas
Pese a la mayor presencialidad, el mercado laboral muestra signos de reactivación. El 60% de las organizaciones planea contratar personal entre finales de 2025 y 2026.
La demanda se diversifica en varias áreas clave:
Producción y Operarios: Impulsados por la expansión industrial.
Ingenieros y Técnicos: Especialistas en automatización y mantenimiento.
Talento IT: Fundamental en la digitalización de procesos.
Agro: Por primera vez, perfiles del campo comienzan a ser relevantes en las contrataciones, ampliando la oferta laboral nacional.
