¿Querés lograr esa pizza casera con gusto a pizzería? Masa crocante, salsa sabrosa, queso derretido como debe ser… No es magia, pero sí tiene algunos secretos que hacen toda la diferencia. Acá te contamos los trucos esenciales para que tu pizza casera se parezca (¡o supere!) a la de tu pizzería favorita.
1. Usá harina 000 o harina especial para pizza
La harina hace la base. En las pizzerías usan harina 000 o 0000 con buen contenido de gluten, lo que da elasticidad y permite una masa aireada pero firme. También podés conseguir harinas específicas para pizza o mezclar con un poco de harina de sémola para un toque más profesional.
2. Fermentación lenta: el secreto de la textura
La mayoría de las pizzerías dejan fermentar la masa entre 24 y 48 horas en la heladera. Este proceso lento desarrolla sabor y mejora la digestión. Amasá, formá un bollo, envolvelo bien y dejalo reposar en frío. Sacalo una hora antes de usarlo para que tome temperatura ambiente.
3. No uses rodillo: estirá con las manos
El rodillo aplasta las burbujas de aire. Estirá la masa con las manos desde el centro hacia los bordes para lograr ese efecto levemente inflado que ves en las orillas de las pizzas profesionales.
4. La salsa: menos es más, pero bien hecha
Las mejores pizzas tienen una salsa simple: tomates perita triturados, sal, aceite de oliva y orégano. Algunos le agregan un toque de ajo o albahaca. No cocines la salsa antes: colocala cruda y dejá que se cocine en el horno junto con la pizza.
5. Usá mozzarella fresca… pero no demasiada
La mozzarella ideal para pizza es la que viene en barra, no la de paquete rallada, que tiene almidones y no funde igual. Si te gusta la de búfala, mezclala con otra más seca. Consejo clave: no satures la pizza con queso, usá una capa pareja y dejá que respire.
6. El horno: muy caliente, siempre
Las pizzerías trabajan con hornos a más de 300°C. En casa, usá el horno al máximo (250-270°C) y precalentalo bien al menos 20 minutos antes. Si tenés piedra para pizza o una bandeja de hierro, ¡mejor!
7. Cociná sobre piedra o en una chapa caliente
El piso de la pizza tiene que dorarse rápido. Si no tenés piedra para horno, precalentá una bandeja de chapa gruesa y deslizá la pizza ya armada sobre ella. Esto imita el piso del horno de pizzería.
8. Dale un toque final con aceite de oliva o ajo
Cuando sale del horno, muchas pizzerías pincelan los bordes con aceite de oliva o rocían un toque de ajo picado con perejil. Realza los sabores y le da ese aroma inconfundible.
Bonus: ingredientes de calidad y amor por el detalle
El secreto final está en los ingredientes frescos y bien combinados: aceitunas de verdad, jamón natural, rúcula fresca, albahaca recién cortada, hongos salteados… Elegí buenos ingredientes y cuidá los detalles. Tu pizza va a hablar por sí sola.