Secuestros virtuales: cae banda que hacía 150 llamados por día

Seis personas de la comunidad gitana fueron detenidas en la Capital Federal, el conurbano bonaerense y Mar del Plata acusadas de integrar una banda de «secuestradores virtuales» que llegó a comprar unos 35 autos y camionetas de alta gama y joyas y relojes con el dinero obtenido. Fuentes policiales informaron que durante las investigaciones iniciadas en marzo se pudo establecer que la banda hacía por noche entre 100 y 150 llamadas para captar posible víctimas, con un promedio de entre 5 y 10 efectivas. Los voceros explicaron que en las últimas horas se realizaron 13 allanamientos en Capital Federal, el conurbano bonaerense y Mar del Plata, donde se secuestraron 35 vehículos de importantes marcas y de última generación, además de joyas y dinero. Los detectives de la DDI de San Fernando de la Policía Bonaerense descubrieron durante la pesquisa que cada integrante de la banda tenía una función específica para concretar los secuestros virtuales. Entre los apresados están el hombre que llamaba las víctimas, el negociador que lograba pactar el monto de dinero por la vida de la supuesta persona secuestrada, la «llorona», es decir la mujer o el hombre que fingía ser la persona cautiva, el cobrador del dinero y el chofer de la organización. El jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, explicó que «la banda planeaba tener un call center conformado con personas de esta comunidad para realizar los secuestros virtuales y sus integrantes hacían un análisis sobre las víctimas y el lugar del pago del supuesto rescate». «La gente (por los damnificados), lo que tiene que hacer es denunciar inmediatamente para frenar ese ataque psicopático, pensar dos minutos y no dejarse seducir y cortar el teléfono, que es la herramienta que ellos utilizan para hacer creer que hay un allegado secuestrado», aconsejó el jefe policial. Matzkin dijo además que «tampoco hay que dar nombres (a los delincuentes) porque hubo casos en que se han realizado pagos con el familiar en su propia casa sin darse cuenta que estaba durmiendo».