Infidelidad y amistad: el caso que revoluciona al fútbol inglés
A John Terry, el
capitán del Chelsea, le descubrieron un "affaire" con la mejor amiga
de su mujer, quien a su vez es la esposa de un amigo suyo. Una
historia de "polleras" de primer nivel
Lo mismo que habría ocurrido hace
algunos años en un club grande de Argentina, ahora pasa en Europa,
más precisamente en Inglaterra.
El escándalo, que en el Viejo Continente ya lo apuntan como el
culebrón del año, implica a John Terry, capitán del Chelsea y de la
selección inglesa; a su mujer, Toni Poole; a su amigo y ex compañero
de equipo, Wayne Bridge, y a la mujer de Bridge, la modelo Vanessa
Perroncel.
El problema fue que a Terry se le descubrió un "affaire" con
Perroncel, quien no sólo es la esposa de su amigo, sino que, además,
es la mejor amiga de su esposa. Sí, entendieron bien: los dos
matrimonios eran amigos entre sí, los cuatro.
Ahora, la prensa inglesa se hace eco de esta increíble historia
luego de que un juez levantara la prohibición que había impuesto
ante este tema. ¿Pero por qué levantó el veto? Porque se convenció
de que lo que hizo el jugador no es tan grave. "La libertad de vivir
como uno quiera es una de las más valiosas, pero también lo es la
libertad de criticar conductas socialmente dañinas o erróneas. Nadie
sugiere que el 'affaire' de Terry deba ser ilegal, pero hay quien
puede sugerir que haya que disuadirle de su conducta", dijo el juez.
Un dato, tal vez, contradictorio: en noviembre del año pasado, Terry
recibió el galardón como el Padre Famoso del Año. "Cambio pañales.
Sólo soy un padre normal", agradeció en su momento John, quien
siempre intentó mostrarse como, además de padre, marido ejemplar.
Terry es un personaje polémico que a menudo se le encuentra algún
que otro escándalo, ya sea a él o a sus allegados. El 28 de marzo de
2009 detuvieron a su madre y a su suegra por robar ropa por el valor
de 850 euros en un centro de Londres de Marks & Spencer. El 12 de
noviembre, el diario “News of the World” publicó un reportaje en el
que un redactor llegó a comprarle varios papeles de cocaína al padre
en un pub de Londres; y en diciembre, todo en 2009, dirigentes del
Chelsea descubrieron que el jugador cobraba 11 mil euros por
organizar visitas guiadas al centro de entrenamiento sin la
aprobación del club.
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