VIOLACION EN ESCUELA

Los padres de un joven de 17 años que padece síndrome de Down denunciaron que su hijo fue violado dentro de una escuela de educación especial dependiente del gobierno de la ciudad. En la causa penal, caratulada como violación de discapacitado, no hay aún ninguna persona imputada del delito.

El hecho, según la denuncia de la familia, ocurrió el 27 de junio último en la Escuela de Educación Especial N° 9 Luis Mac Kay, situada en Carlos Calvo al 3100.

"Nos arrancaron la vida, nos sacaron el corazón", dijo a LA NACION entre llantos Carlos Taccetta, el padre del joven.

El muchacho, según explicó Taccetta y su abogado, Alberto Calandrino, tiene 17 años y se comunica por medio de gestos; sólo pronuncia palabras aisladas.

Esa fatídica tarde, Federico sólo pudo decirles a sus padres: "Pipi, cola, duele".

Según informó a LA NACION la secretaria de Educación porteña, Roxana Perazza, la escuela y la dependencia a su cargo en todo momento colaboraron con la Justicia.

"Es un tema muy delicado. Ante hechos similares, tenemos la norma de separar preventivamente de su cargo a la persona señalada. Pero éste es caso un muy particular. No hay ningún docente o agente auxiliar acusado", sostuvo Perazza.

Si bien en la causa aún no hay nadie imputado, Calandrino afirmó: "Este horrible hecho es imposible que lo haya hecho un compañero de Federico. Todo indica que fue alguien de la escuela".

En una carta de lectores publicada anteayer por LA NACION, Calandrino explicó que la violación fue descubierta por la madre de Federico.

Como encontraron manchas de sangre en la cola del muchacho, los padres se dirigieron al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde Federico fue atendido por una psicóloga.

La causa penal, que lleva el número 32664/05, está a cargo del juez de instrucción Juan María Ramos Padilla, que les tomó declaración testimonial a directivos y docentes de la Escuela de Educación Especial N° 9 Luis Mac Kay.

La familia Taccetta, con la representación de Calandrino, también hizo una presentación en la justicia en lo contencioso administrativo porteña. Por medio de un recurso de amparo pidieron el cierre del establecimiento educativo y que las autoridades porteñas se hicieran cargo de la enseñanza del niño en un colegio privado y el tratamiento psicológico correspondiente.

En un fallo con fecha 20 de septiembre último, el juez porteño Hugo Zuleta no hizo lugar al pedido de Calandrino de cerrar la escuela.

"No resulta razonable disponer la clausura de la Escuela de Educación Especial N° 9 Luis Mac Kay por las circunstancias de que allí se hubiese producido un delito contra la integridad sexual, pues ello no sólo no se encuentra contemplado en ninguna norma jurídica, sino que es además manifiestamente desproporcionado con la finalidad que se invoca y afectaría derechos de personas distintas", sostuvo Zuleta en su fallo.

Decisiones judiciales

Zuleta resolvió, también con fecha 20 de septiembre, que el gobierno porteño "brinde una vacante a Federico en un establecimiento educativo distinto que contemple sus necesidades especiales. En el plazo de tres días de notificada deberá acompañar un listado de escuela que cumpla con el requisito aludido. En el mismo plazo deberá poner a disposición un listado de profesionales y establecimientos, donde podrá concurrir, en forma gratuita, para la realización de un reconocimiento psicológico a fin de evaluar las consecuencias del hecho denunciado y recomendar el tratamiento a seguir".

Taccetta y Calandrino dijeron que el listado de escuelas y psicólogos recién les fue notificada el 15 de noviembre último.

Si bien el padre del muchacho dijo que sólo recibió una comunicación telefónica por parte de autoridades de la escuela para preguntar por qué Federico no iba al curso, fuentes de la Secretaría de Educación dijeron que asistentes sociales fueron a la casa de los Taccetta, pero no fueron recibidos

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Fuente: http://www.clarin.com

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