Este significativo cambio refleja una respuesta favorable del mercado a las nuevas medidas adoptadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que incluyen una actualización de las bandas cambiarias basada en la inflación y un plan para fortalecer las reservas. Esto ha llevado a los rendimientos de los bonos Globales a situarse por debajo del 10%.

Cierre del Riesgo País: ¿Dónde se ubica hoy?

En la jornada del miércoles, el Riesgo País finalizó en 569 puntos básicos, tras un desempeño fluctuante. La apertura fue a 561 puntos y alcanzó un mínimo de 555, una cifra no vista desde julio de 2018, aunque luego experimentó un ligero repunte hacia el cierre.

A pesar del leve aumento, la tendencia general del indicador se mantiene en niveles históricos mínimos, lo que podría abrir oportunidades para nuevos financiamientos.

Semana en Perspectiva: La Tendencia del Riesgo País

El índice, elaborado por JP Morgan, ha mostrado una caída continua en la última semana. Al finalizar la semana anterior, se ubicaba cerca de los 625 puntos básicos, pero luego de los anuncios del 15 de diciembre, comenzó un descenso notable, llegando incluso a una reducción del 5,4% el lunes. Este comportamiento se vincula a la nueva estrategia del BCRA, que permite la actualización de las bandas cambiarias en función de la inflación del Indec desde enero de 2026.

Desde entonces, el Riesgo País ha mostrado una mejora acumulativa del 8.8%, lo que equivale a 55 puntos básicos en solo tres jornadas. Este contexto ha permitido que los bonos pública soberana, especialmente los de bajo riesgo, aumenten un 2% de promedio.

Los analistas ahora especulan sobre la posibilidad de que el Gobierno emprenda una nueva colocación de deuda en los mercados internacionales en enero, gracias a la mejor percepción del crédito.

Definiendo el Riesgo País

El Riesgo País es un indicador que mide el costo adicional que deben afrontar los bonos de un país emergente frente a los considerados de menor riesgo, como los bonos del Tesoro estadounidense. Un nivel elevado puede encarecer el crédito para las provincias y empresas, mientras que una disminución sostenida podría anticipar un clima económico más estable y propicio para el crecimiento.

Así, este indicador no solo refleja la situación del Estado, sino que también actúa como barómetro del entorno financiero nacional en su totalidad.