En la Ciudad de Buenos Aires, un fenómeno de gentrificación está ganando terreno, impulsado sobre todo por plataformas de alquiler como Airbnb. Entre 2023 y 2024, se registraron más de 25.000 alojamientos temporarios, con una tasa de ocupación del 72% y un precio medio por noche de 66 dólares, lo que generó ingresos de aproximadamente 1.100 millones de dólares en la ciudad.

¿Qué es la Gentrificación?

La gentrificación se refiere a la transformación de áreas urbanas de menor renta en zonas más exclusivas, motivada por la llegada de individuos con mayor poder adquisitivo. Barrios como Villa Crespo, Chacarita y Paternal son claros ejemplos de esta dinámica. Villa Crespo, por ejemplo, ha visto un aumento del 23,5% en su valorización y ha sido destacado por revistas de urbanismo como uno de los mejores lugares para vivir.

Proceso Históricamente Acumulativo

Este proceso inició en San Telmo durante los años 80, se sostuvo a través de Puerto Madero en los 90 y se consolidó en Palermo en los 2000. Estos cambios han desplazado a residentes locales, alterando profundamente la fisonomía de los barrios afectados.

Impacto de los Alquileres Temporarios

El auge de los alquileres temporarios ha acelerado la gentrificación, transformando viviendas en activos financieros y limitando las opciones de alquiler a largo plazo para los residentes. Este fenómeno se observa incluso en áreas como Parque Patricios, que se ha reconvertido en un centro tecnológico gracias a inversiones del gobierno.

El Papel de Airbnb

Airbnb juega un rol fundamental, ya que el 70% de las propiedades disponibles en la plataforma están dirigidas a turistas. La plataforma ha registrado un incremento del 100% en visitas en comparación con el año anterior. Este modelo transforma la propiedad en una fuente constante de ingresos, donde muchos propietarios manejan tareas de limpieza y mantenimiento similares a un empleo. Hasta 2024, se estiman 58.000 empleos ligados a esta actividad.

Consecuencias Sociales y Urbanas

Sin embargo, expertos advierten que esta dinámica no sólo afecta el acceso a la vivienda, sino que también consolida un patrón de desplazamiento socioeconómico. Los barrios que sufren gentrificación suelen expandir su influencia, obligando a los menos pudientes a buscar residencias en áreas más distantes y aumentando la desigualdad urbana.

LS / EM