Tragedia en Nordelta: Un futuro truncado por un fatal accidente
Un hombre que se preparaba para celebrar su 50 cumpleaños y convertirse en padre por primera vez perdió la vida trágicamente en un accidente provocado por una conductora ebria.
Ramón Oscar Olivera, de 50 años, se dirigía a su trabajo en Nordelta cuando fue atropellado por una mujer que conducía bajo los efectos del alcohol. La noticia de su paternidad había llenado su corazón de alegría, pero su futuro se desvaneció en un instante.
El Accidente Fatal en el Corredor Bancalari
Yesica Loreley Quevedo, una mujer de 41 años, conducía su Jeep Renegade cuando, sin percatarse de la presencia de Olivera, lo embistió en el Corredor Bancalari a la altura de Santa Bárbara, en General Pacheco. El impacto fue brutal, y la víctima no tuvo tiempo de reaccionar.
Consecuencias Legales
La conductora se negó a declarar ante el fiscal y ha sido imputada por «homicidio culposo». Tras pagar una fianza, fue liberada, a pesar de que el análisis de alcoholemia reveló un nivel de 0,63 gramos por litro de sangre, en contraposición a la normativa de tolerancia cero en la provincia.
Recuerdos de Un Hombre Dedicado
Olivera era conocido por su versatilidad laboral, realizando tareas de albañilería, plomería y jardinería. Era hincha de River Plate y había encontrado el amor en Paola, quien esperaba su primer hijo. Su familia lo describe como una persona esencial en sus vidas, lleno de energía y amor.
La Impresión del Impacto
Al llegar al lugar del accidente, su hermana, Marta Beatriz Olivera, quedó devastada. Encontró sus pertenencias esparcidas por el asfalto, mientras el escenario del choque se convertía en un recuerdo desgarrador para su familia y amigos. «Nos robó la vida a todos», expresó con dolor.
Investigación en Proceso
La comisaría segunda de Tigre está a cargo de la investigación, con la intervención del fiscal José Amallo. El caso ha captado la atención, especialmente debido a la implicación de Quevedo, quien recientemente había iniciado un emprendimiento vendiendo colchonetas.
La trágica muerte de Ramón Oscar Olivera resuena no solo como una pérdida personal, sino también como un recordatorio sobre la responsabilidad al volante y la vida que se desvanece por decisiones irresponsables.
