Este encuentro, que también incluyó a varios intendentes, provocó una fuerte reacción entre los jóvenes del partido, quienes acusan a la cúpula de actuar “en soledad” y desvinculada de las bases militantes.

La defensa de Almirón: responsabilidad institucional

Almirón justificó su acercamiento, apelando a la necesidad de diálogo con el gobernador para abordar las demandas de los ciudadanos en un contexto social dificultoso. «Ser oposición no significa oponerse sin razón; los municipios son el primer lugar donde la gente busca soluciones», afirmó en sus redes sociales.

Juventud Peronista: “Migajas institucionales”

La respuesta de la Juventud Peronista, liderada por el movimiento Descamisados, no se hizo esperar. En un comunicado titulado «A la conducción partidaria y a nuestros compañeros», expresaron su “profunda preocupación” por lo que consideran un alejamiento de los principios del movimiento.

Principales críticas del sector juvenil

Entre los reclamos destacan:

• Cargos legislativos: La vicepresidencia segunda de la Cámara de Diputados, ocupada por el massista César Lezcano, es vista como una “moneda de cambio” que no refleja la voluntad popular.
• Presupuesto 2026: Se reprocha el apoyo de algunos legisladores a un presupuesto que debería ser considerado un “ajuste que afecta a los más vulnerables”.
• La fotografía causante de discordia: “No nos identificamos con sonrisas junto a quienes promueven proyectos ajenos a nuestros intereses. Esa imagen no simboliza unidad, sino complicidad con el olvido”, sentenciaron.

Un conflicto con antecedentes

Este nuevo enfrentamiento interno no es casual. La relación de algunos sectores del PJ con el oficialismo provincial ha generado tensiones antes, especialmente en torno al desplazamiento de los secretarios parlamentarios y la reciente sanción de la Ley de Presupuesto.

Desde el entorno de Almirón, se sostiene la importancia de una política “seria y representativa” para evitar el aislamiento de los municipios opositores. Sin embargo, los militantes de base demandan un mayor diálogo con las unidades básicas y sindicatos, afirmando que no fueron elegidos para ceder lo obtenido mediante lucha y dedicación. Esta línea de división promete intensificarse en el horizonte electoral.