La reelección de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia ha suscitado reflexiones sobre el estado actual de la justicia en Buenos Aires. A continuación, exploramos los desafíos y oportunidades que enfrenta este sistema judicial.

Un Balance Positivo pero Lento

La autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, reconocida por la Constitución de 1994, marcó el inicio de un proceso gradual de independencia judicial. Aunque se han logrado avances significativos, la transición de un sistema judicial puramente nacional a uno local es aún un camino por recorrer. La creación de la justicia contencioso-administrativa y el fortalecimiento de la jurisdicción penal son hitos destacados, aunque aún persisten ciertas superposiciones en delitos que continúan bajo la justicia nacional.

Conflictos de Competencia en la Justicia

Uno de los puntos críticos actuales es la interacción entre el Tribunal Superior de Justicia y la Corte Suprema. A pesar del reconocimiento de la primera como la autoridad revisora de causas ordinarias, existen aún conflictos en ciertas áreas. Estos conflictos se deben, en parte, a la falta de obligatoriedad en los fallos de la Corte en la justicia local, lo que provoca un retorno de casos a la Corte Suprema para su consideración en diversas ocasiones.

Examinando el Caso Laboral

Aproximadamente el 85% de las causas gestionadas por el Tribunal Superior de Justicia en un periodo reciente corresponden al fuero laboral. La presidenta del tribunal atribuye este alto porcentaje a una complejidad inherente en el sistema, incluyendo la dificultad para establecer parámetros claros de actualización debido a la inestabilidad económica. La manera en que se tramitan las causas laborales difiere significativamente de otros fueros, lo que lleva a una acumulación de casos sin resolución pronta.

Entendiendo el Fallo Levinas

El fallo Levinas establece que las causas civiles, comerciales y laborales en Buenos Aires deben pasar primero por el Tribunal Superior antes de llegar a la Corte Suprema. Este precedente refuerza la idea de que la justicia «nacional», en verdad, opera dentro del ámbito local, alineándose más con las jurisdicciones provinciales que con una justicia nacional en sentido pleno.

El Futuro del Traspaso Judicial

La presidenta avanza hacia la posibilidad de un traspaso definitivo de los fueros de la justicia nacional a la Ciudad, sugiriendo que la situación actual de vacantes judiciales podría facilitar este proceso. Una colaboración efectiva y voluntades políticas claras podrían transformar el panorama judicial en el futuro cercano. El pasado reciente sugiere que, si se desea, cambios significativos son factibles.

Desafíos de la Justicia y Género

La representación femenina en el Tribunal Superior de Justicia ha tomado un rumbo positivo, pero el mismo no se refleja en otras instancias como la Corte Suprema, donde predominan los jueces hombres. La presidenta sostiene que una mayor inclusión de mujeres enriquecería las discusiones y decisiones judiciales, aportando diferentes perspectivas que son esenciales para un óptimo funcionamiento de la justicia.

Reflexiones sobre la Independencia Judicial

La independencia no solo se refiere a la ausencia de afiliaciones políticas, sino que también implica un compromiso con la integridad y el servicio hacia la ciudadanía. La presidenta destaca que la confianza pública se construye a través de acciones concretas y efectivas, y no solo de discursos.