En un informe revelador, el gigante de la seguridad web Cloudflare asegura que más del 5% de todos los correos electrónicos enviados a nivel mundial contienen contenido malicioso. Este dato alarmante implica que cada vez que revisamos nuestra bandeja de entrada, hay más de un 5% de probabilidad de toparse con una amenaza que pone en riesgo tanto a usuarios como a organizaciones.

Los datos recopilados a lo largo del último año indican que este promedio ha alcanzado picos cercanos al 10% en noviembre, casi el doble de la media anual. Tal incremento resalta la urgencia de tomar medidas en el ámbito de la seguridad digital.

Las Amenazas Más Comunes en los Correos Maliciosos

El informe clasifica dos tipos de amenazas predominantes en estos correos peligrosos:

1. Enlaces engañosos: Representan más del 52% de los correos maliciosos. Están diseñados para engañar al destinatario y redirigirlo a páginas fraudulentas.

2. Suplantación de identidad: Con un 38%, los atacantes se hacen pasar por entidades o personas de confianza utilizando dominios similares.

Además, algunas extensiones de dominio, como «.christmas», «.lol», «.forum», «.help», «.best» y «.click», son las más utilizadas para hospedaje de correos maliciosos.

El Impacto de Archivos Adjuntos y el Spam

Otro análisis de firmas de seguridad, como Barracuda Networks, indica que el correo electrónico continúa siendo la principal vía para ciberataques. Por ejemplo, uno de cada cuatro correos con archivos HTML contiene código dañino, mientras que muchos archivos PDF infectados están relacionados con estafas de criptomonedas.

Cerca del 24% de todos los correos se ha identificado como spam o potencialmente maliciosos, frecuentemente diseñados para phishing y robo de credenciales. Alarmantemente, los ataques de malware a través de email han aumentado más del 130% en 2025, impulsados por el uso de inteligencia artificial para crear mensajes más persuasivos.

Recomendaciones para Prevenir Amenazas

Ante esta situación, los expertos en seguridad sugieren diversas medidas de prevención:

Filtración de correos: Utilizar soluciones avanzadas que detecten y bloqueen intentos de phishing y malware.

Autenticación de dominios: Implementar técnicas como SPF, DKIM y DMARC para evitar la suplantación de identidad.

Educación del usuario: Capacitar a los usuarios para reconocer señales de alerta, como enlaces sospechosos o remitentes desconocidos.