El despertar de un talento oculto

Gustavo Zuluaga, un migrante colombiano de Tuluá, mira cada día la imponente torre The Shard desde su ventana. Desde hace nueve años es parte del equipo de limpieza de este emblemático rascacielos londinense, pero recientemente su mundo dio un giro inesperado.

Una invitación inesperada

Hace apenas dos meses, la administración de The Shard le propuso un desafío: diseñar una pintura que inspiraría el espectáculo de luces que adornará la parte superior del edificio durante la Navidad. Un reto que aceptó con entusiasmo.

“Tenía que estar a la altura de este monumento”, comentó a BBC. Su arte, que había estado dormido por más de dos décadas, renació a raíz de la pandemia, gracias a la motivación de su hija, quien lo animó a retomar el pincel.

Desde el desarraigo a la realización

Gustavo dejó Colombia en el año 2000 en busca de nuevas oportunidades; primero se estableció en España y luego en Londres. Mientras trabajaba en labores de campo, la pintura siempre ocupó un lugar especial en su corazón, aunque tuvo que dejarla de lado al emigrar.

“Volví a pintar gracias a mi hija, y desde entonces no he parado”, cuenta. Su pasión por el arte lo llevó a mostrar sus obras a sus compañeros de trabajo, esperando algún día poder exhibirlas fuera de su hogar.

El sueño se vuelve realidad

La oportunidad llegó cuando un colega mostró sus pinturas al equipo de márketing de The Shard, impresionados por su habilidad, le ofrecieron crear una obra para su espectáculo navideño, un momento decisivo en su carrera artística.

“Esta experiencia me ha cambiado la vida”, afirma, reconociendo que de pronto se vio envuelto en una ola de atención mediática, entrevistas y reconocimiento público.

Un estilo personal y emotivo

Gustavo define su estilo como “expresionista”. Su obra, “Luces de Navidad”, es un óleo que captura la esencia de la ciudad que lo acogió, reflejando los atardeceres que observa desde su hogar. La imagen fue posteriormente transformada en un espectáculo de luces animadas que ahora brilla en la cúspide de The Shard.

Un escaparate navideño para su arte

Junto a su obra, otros 11 colegas también exhibieron sus creaciones, formando un deslumbrante espectáculo de luces que se repite cada noche hasta el 31 de diciembre. Este despliegue ha generado felicidad entre quienes trabajan en el rascacielos, brindando una celebración única de la comunidad.

Reflexiones con cada pincelada

“Me siento orgulloso de representar a Colombia”, dice afectado cuando recuerda a su familia y amigos en estas festividades. Aunque la distancia es dura, lo nuevo en su vida le ha permitido restablecer la conexión con seres queridos a través de sus logros artísticos.

Gustavo ha aprendido que el empeño y la persistencia son esenciales para alcanzar los sueños, y su historia es prueba de ello. “Hay que buscar lo que se quiere con esfuerzo. Para triunfar, hay que insistir y nunca desfallecer”, concluye, reflejando la determinación que lo ha llevado a brillar en una de las ciudades más icónicas del mundo.