La transformación de la industria automotriz no es solo una cuestión tecnológica; representa un reordenamiento de los cimientos económicos globales. Desde los inicios de innovaciones como el “fordismo” y el “toyotismo”, este sector ha sido eje impulsor en la economía moderna. Hoy, el auge de nuevos modelos y la transición a vehículos eléctricos marcan un antes y un después.

China Como Protagonista en la Carrera Automotriz

El escenario automotriz es testigo de una intensa competencia entre el modelo productivo de China y las tradicionales potencias industriales como Estados Unidos, Europa y Japón. Entre 2019 y 2024, China ha experimentado un crecimiento del 22% en la producción de vehículos, mientras que Europa y Estados Unidos han visto contracciones del 19% y 3%, respectivamente. Este cambio no solo es numérico; también se manifiesta en la inversión en investigación y desarrollo.

Inversiones en I+D: Un Indicador Clave

En 2024, la automotriz china BYD incrementó su gasto en I+D en un 34,4%. Este contraste es abrumador frente a recortes por parte de fabricantes tradicionales como Stellantis (-8,4%) y Volkswagen (-3,6%). Sin un compromiso estratégico, Argentina podría perder su lugar en esta vital industria, la cual representa alrededor de 100 mil puestos de trabajo.

Los Retos de Argentina en la Electromovilidad

A pesar de ser un país con una industria automotriz consolidada, Argentina enfrenta el riesgo de quedar relegada en la electrificación del parque automotor. La reciente autorización para importar 50 mil autos híbridos y eléctricos sin aranceles no ha sido suficiente. No hay un plan que incentive la creación de fábricas locales, a diferencia de la dinámica en Brasil.

El Efecto Dominó de la Inacción

Sin políticas activas, el país podría encontrar dificultad en sostener la producción nacional. La falta de incentivos claros para atraer inversiones podría llevar al cierre de empresas y a un creciente desplazamiento hacia importaciones, afectando no solo la producción, sino también el desarrollo de sectores claves como los biocombustibles y el litio.

El Nuevo Mapa de Poder en la Industria Automotriz

China lidera la revolución automotriz con una estrategia que integra desarrollo industrial, tecnología y políticas públicas. Actualmente, el país produce más del 70% de los autos eléctricos en el mundo y controla cerca del 60% de la capacidad global de fabricación de baterías. Este liderazgo explica su expansión en mercados globales.

Lecciones del Sur Global: Indonesia y Brasil

Mientras algunos países del Sur Global, como Indonesia y Brasil, implementan políticas industriales activas para asegurar su participación en la electromovilidad, Argentina está rezagada. Indonesia ha utilizado su riqueza en recursos naturales para atraer inversiones, mientras que Brasil, con su Plan Mover, busca consolidar la producción local y retener inversiones.

La Brecha Creciente: Argentina vs. Brasil

La diferencia en inversión entre Argentina y Brasil es alarmante. Brasil ha acumulado anuncios de inversión de alrededor de 23 mil millones de dólares, frente a solo 1.500 millones en Argentina. Sin una política industrial clara, el país está en riesgo de perder su capacidad de atraer nuevas inversiones, profundizando aún más la brecha económica y productiva.

Perspectivas y Posibilidades para Argentina

A pesar de estos desafíos, Argentina tiene herramientas y capacidades para fortalecer su industria automotriz. Existen políticas como la Ley de Autopartes y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones que, si se actualizan y articulan correctamente, podrían incentivar la inversión en esta nueva era de la movilidad.

Argentina no debe resignarse a un papel de mera importador. Con decisiones estratégicas y políticas claras, el país podría aspirar a producir un millón de vehículos al año, integrándose de manera competitiva en un sector automotriz global en transformación.