La nutricionista Evelyn Álvarez, del Hospital Universitario Austral, alerta sobre las consecuencias que el alcohol puede generar en nuestra salud. Con la llegada de las fiestas, es esencial abordar la idea errónea de que el consumo moderado, especialmente de vino, es inocuo.

¿Qué Sucede Cuando Bebemos?

El alcohol, conocido químicamente como etanol, se absorbe rápidamente en el cuerpo e inicia su recorrido en minutos. Desde el cerebro hasta el hígado, sus efectos se sienten casi de inmediato. La profesional enfatiza que no existe un nivel seguro de consumo.

Primera Parada: El Cerebro

Apenas diez minutos después del primer sorbo, el alcohol puede alcanzar el cerebro, afectando la comunicación neuronal. Esto se traduce en desinhibición social y diagnóstico de problemas como falta de coordinación y confusión, que pueden llevar a situaciones extremas como el coma etílico.

Hígado en Tensión

El hígado es el principal responsable de metabolizar el alcohol. Durante este proceso, se convierte en acetaldehído, una sustancia tóxica que, con el tiempo, puede provocar enfermedades graves como cirrosis o hepatitis.

Impacto en el Sistema Cardiovascular y Más

El alcohol no solo afecta al hígado. También está ligado al aumento de la presión arterial y diversas enfermedades cardiovasculares. Asimismo, su consumo a largo plazo puede comprometer el sistema inmune, disminuyendo la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.

Diferencias Individuales y Mitos Por Destruir

Es crucial señalar que el alcohol no impacta de igual forma en todas las personas. Las mujeres, por ejemplo, suelen sufrir efectos más pronunciados, debido a su menor capacidad para metabolizar el etanol. Además, beber con el estómago vacío potencia estos efectos, haciendo que el alcohol llegue más rápido al torrente sanguíneo.

Sobre el mito de que una copa de vino proporciona beneficios a la salud, Álvarez aclara que investigaciones recientes comprueban que los riesgos del alcohol superan cualquier posible beneficio.

Consejos para Celebrar con Responsabilidad

En estas festividades, es recomendable no asociar el alcohol con la relajación. Opta por actividades recreativas que no giren en torno a las bebidas alcohólicas. Si decides beber, hazlo de forma responsable, alternando con agua y evitando consumir con el estómago vacío. Recuerda, cada copa cuenta y el cuerpo se beneficia más al optar por la abstinencia.